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El esquema de los seriales
El esquema de los seriales estaba ya completamente acabado cuando finalizó la I Guerra Mundial. Desgraciadamente, de los aproximadamente doscientos setenta seriales mudos producidos por Hollywood pocos han logrado llegar hasta nuestros días, y sólo es posible visionar unos veinte, y ni tan siquiera enteros todos ellos. Pero el esquema básico se repetía de uno a otro. Desde el punto de vista de los productores, la razón de ser del serial era conseguir que el público acudiese semana tras semana hasta el final, con lo que se esforzaban sobre todo por crear tensión y curiosidad mediante la combinación de una trama misteriosa y de finales llenos de emoción y peligro.
Riders of Death Valley es un serial de Universal de 1941, con alto presupuesto y con un elenco de estrellas liderado por Dick Foran y Buck Jones. Ford Beebe y Ray Taylor lo dirigieron. También contó con Lon Chaney Jr. en un papel secundario como un secuaz villano. La trama giraba en torno a un grupo de vigilantes de las minas de Oro de California.
Al menos en la primera época de los seriales, estos finales rara vez se resolvían satisfactoriamente. Era, frecuente que, al final, de un episodio, el héroe quedase atado junto a una bomba de relojería que estaba a punto de explotar y que, al comienzo del siguiente apareciese milagrosamente libre e indemne, sin que se ofreciese explicación alguna. Esas trampas descaradas, basadas en la poca memoria de los espectadores, fueron haciéndose cada vez menos frecuentes según se iba mejorando las técnicas de producción. Pero era también normal rodar dos versiones distintas de un mismo final, en el segundo de los cuales se mostraba cómo, casi milagrosamente, el héroe o la heroína conseguían escapara de la trágica muerte o sufrimiento a que parecía condenarle inexorablemente la primera versión. La versión con que finalizaba un episodio podía mostrar el coche del protagonista despeñándose por un precipicio, mientras que la otra versión rodada desde el otro lado del automóvil, y destinada a abrir el episodio siguiente, mostraba cómo se salvaba, saltando en el último momento posible.
The Phantom Empire es un serial del oeste estadounidense de 1935, dirigida porOtto Brower y B. Reeves Eason y protagonizada por Gene Autry, Frankie Darro y Betsy King Ross. Constaba de 12 capítulos de Mascot Pictures combina los géneros western, musical y de ciencia-ficción. El primer episodio dura 30 minutos, el resto unos 20 minutos. Trata sobre un vaquero cantante que se topa con una antigua civilización subterránea que vive debajo de su propio rancho y que se corrompe por los especuladores codiciosos sin escrúpulos de la superficie. En 1940, un largometraje de 70 minutos editado a partir de la serie fue estrenado bajo los títulos Radio Ranch o Men with Steel Faces. Este fue el primer papel protagónico de Gene Autry, interpretándose a sí mismo como un vaquero cantante.
Los seriales rara vez se exhibían en las salas de estreno de las grandes ciudades, aunque la situación cambió algo a comienzos del sonoro. En 1930, un vehículo para Tim McCoy, The Indians Are Coming, uno de los primeros seriales con sonido, fue orgullosamente anunciado por la Universal como el "primer serial exhibido en Broadway". No obstante, los seriales ocupaban siempre uno de los últimos puestos en los lotes de distribución de Hollywood. Durante la era del sonoro, la Universal y Columbia fueron los dos únicos estudios importantes que siguieron produciendo seriales (69 y 57, respectivamente). Los demás eran producidos por la Republic, un estudio especializado en este género, que rodó un total de 66, y por las Mascot (una de las compañías independientes que se fundió con otras en 1935 para dar lugar a la Republic), y que rodó un total de 24. Entre diversos productores independienyes se rodaron un total de otros 15 seriales.
Boris Karlof (a la izquierda) como malo en King of the Wild, serial de 1931
John Wayne fue la única estrella de primera fila que accedió a rodar seriales, pero sus tres intentos, Bajo el terror del águila (Shadow of the Eagle), El expreso de la muerte (Hurricane Express), ambas de 1932, y Los tres mosqueteros del desierto (The Three Musketeers, 1933), fueron modestas producciones de serie B entre su primer papel como protagonista, en La gran jornada (The Big Trail, 1930) y su redescubrimiento en La diligencia (Stagecoach, 1939). Algunos seriales estaban interpretados por actores que hacían también películas normales, como Tom Mix, Buck Jones, Tom Tyler, Bela Lugosi y, por supuesto, Buster Crabbe. Pero, en la mayoría de los casos, sus intérpretes eran actores de segunda fila, como Clayton Moore, Tristasn Coffin o Robert Lowery, que en otra clase de películas solían interpretar personajes secundarios, o que se dedicaban exclusivamente al campo de los seriales, como Kirk Alyn y Charles Quigley.
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