Django (1966), de Sergio Corbucci
El mercenario y ex-soldado yankee Django (Franco Nero) llega a un desértico pueblo mexicano con un ataúd. Su objetivo: la venganza contra el mayor Jackson. Un spaghetti-western originalmente prohibido en Inglaterra por su violencia... Junto a la trilogía de Sergio Leone con Clint Eastwood, Django es uno de los mejores y más influyentes títulos que haya dado el espagueti wéstern. Menos estilizada que las películas de Leone, pero tan violenta como estas, Django dio pie hasta a 20 secuelas no oficiales y a una oficial, rodada 20 años después y con Franco Nero recuperando el que, sin duda, fue uno de los roles más importantes de su carrera. Dirigida por Sergio Corbucci, uno de los grandes directores del wéstern europeo gracias a obras como El gran Silencio o la que nos ocupa, esta cinta fue una de las que más rompió los cánones estéticos de los filmes del Oeste estadounidense. Una curiosidad. A pesar de estar rodada en las madrileñas localidades de La Pedriza y Colmenar Viejo, en su día, los espectadores españoles no vieron la versión íntegra de la cinta, porque fue censurada por su violencia extrema. De hecho, cortaron dos escenas: cuando a Jonathan le amputan la oreja y le obligan a comerla, y cuando Ringo dispara a quemarropa a un mexicano. Fan declarado del film, Quentin Tarantino "copió" la escena donde un general le rebana la oreja a un predicador para su Reservoir Dogs y en 2012 estrenó Django Unchained, una película que homenajea a ésta usando su música entre otros elementos
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