martes, 2 de marzo de 2021

El cine del siglo XXI, veinte años ya: De "Boys Don't Cry" a "Little Girl", el cine ha cambiado de género (VIII)

(cont.)
36.- 52 martes (52 Tuesdays, 2013), de Sophie Hyde
Billie es una joven de 16 años cuya madre se va a someter a una operación de cambio de sexo. Ésta, además, le pide que durante el año que dura el proceso solamente se vean los martes por la tarde. La realizadora australiana de cortos y documentales Sophie Hyde debutó como directora de largometrajes con esta cinta intimista cuyo rodaje respetó escrupulosamente el guion (escrito por la misma Hyde junto a Matthew Cormack), pues las sesiones se extendieron durante un año, a lo largo de 52 martes consecutivos. Para conferir más naturalidad y realismo a las actuaciones, además, Hyde no enviaba a los intérpretes las escenas en las que aparecían hasta una semana antes. Dicho reparto, no profesional, está encabezado por Tilda Cobham-Hervey, que trabajaba en un circo antes de debutar como actriz con esta película; y por Del Herbert-Jane, que empezó en el proyecto asesorando a Hyde y Cormack sobre diversidad de género y acabó implicándose como intérprete. La cinta gozó de una calurosa acogida entre la crítica, como demuestran los dos galardones con los que se alzó en la Berlinale y el premio a la mejor dirección en la categoría de drama en el Festival de Sundance.
37.- Quick Change (2013), de Eduardo W. Roy Jr.
El deseo obsesivo por la juventud y la belleza entre los miembros de la comunidad transgénero de Manila se examina con autenticidad similar a un documental en el bien elaborado drama Quick Change. Centrada en una ex animadora que se gana la vida trabajando como "doctora" realizando procedimientos cosméticos a sus compañeros, la imagen representa una impresionante presentación de la segunda película del director filipino Eduardo Roy Jr. (Baby Factory, 2011). La película se proyectó en la sección Panorama del 64º Festival Internacional de Cine de Berlín.
38.- Man On High Heels (Haiheel, 2014), de Jang Jin
Yoon Ji-wook es un duro detective de homicidios conocido por su indiscutible habilidad para atrapar a criminales violentos. Es venerado como una leyenda en la fuerza policial y al mismo tiempo temido entre la mafia por su brutalidad en la represión del crimen. Sin embargo, debajo de su apariencia fría y machista se esconde un secreto que debe esconder del mundo en el que vive. Ji-wook nació hombre y ha querido vivir su vida como mujer desde su adolescencia. Intenta reprimir este deseo interior, pero en vano. Ji-wook finalmente llega al punto en el que ya no puede ocultar quién es realmente y decide dar el paso y someterse a una operación de reasignación de sexo. Sin embargo, antes de que tenga la oportunidad de hacerlo, surgen una crisis inesperada que interfieren con sus planes. Una pandilla que sufrió el frío y duro acero de las esposas de Ji-wook está decidida a vengarse de él. Ji-wook renuncia e intenta hacer realidad su sueño, pero las personas cercanas a él se ven envueltas en la trama de venganza en la que se encuentra en el centro. Cuando algunas de esas personas mueren y una chica llamada Jang-mi está en peligro, se da cuenta de que no puede quedarse de brazos cruzados por más tiempo.
39.- Esoterica: Manila (Esoterika: Maynila, 2014), de Elwood Perez
Mario/Galogo es un prometedor novelista gráfico. En un viaje de auto-descubrimiento, alternativamente ingenioso e ingenuo, se mete de lleno en el territorio de lo exaltado, lo cautivador y lo raro, nadando a través de las aguas inexploradas de la experiencia única filipina, emergiendo como un auténtico Manileño imbuido con el pensamiento que tolerancia es sofisticación. Su reparto multicultural es una convergencia de los habitantes de Manila de diferentes creencias.
40.- Something Must Break (Nånting måste gå sönder, 2014), de Ester Martin Bergsmar 
Cuando Andreas y Sebastian se conocen, saben que están hechos el uno para el otro. En plena borrachera de amor, toman la ciudad vacía en verano: hurtos en el 7-Eleven, bailes en azoteas, baños furtivos, noches eufóricas. Pero a Andreas, heterosexual, le cuesta asumir su amor por el andrógino Sebastian. Y, como dice la canción de Joy Division que da título a la película, algo debe romperse: “Dos caminos a elegir / ante el filo de una navaja / quédate atrás / o impúlsate adelante”.
(cont.)

No hay comentarios:

Publicar un comentario