El incinerador de cadáveres (Spalovac mrtvol, 1969), de Juraj Herz
El empleado de un crematorio de Praga tiene una especial fascinación con la muerte, que entiende como el único modo de acabar con el sufrimiento que es la vida. Para él, su trabajo consiste en asegurar la transición más limpia y definitiva hacia el mundo de los muertos, mediante la cremación. Pero cuando sus creencias se encuentren con la ideología nazi, éstas irán evolucionando y corrompiendo su mente, hasta que acabe convirtiéndose en un peligroso psicópata. Situada durante los años 1930, poco antes de la anexión de Checoslovaquia a la Alemania nazi, la presencia de alemanes era cada vez más notable en lo que fue la República Checa. No es sorpresa, entonces, que esta comedia negra de terror tenga algunos elementos supuestamente políticos. Aun así, la obra de Juraj Herz se suele considerar parte de la "Nueva ola checoslovaca", sucesora del expresionismo alemán de principios de siglo. Aunque la película no es excesivamente política, lo es suficiente para que se prohibiera tras su estreno en 1969 hasta el final del sistema comunista en el país. Desde entonces, se crea un seguimiento de la historia, y llega a considerarse un clásico de culto y una de las mejores obras checas.
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