Las torturas de la Inquisición (Hexen bis aufs Blut gequält, 1970), de Michael Armstrong, Adrian Hoven
Austria, 1700. Terribles tiempos de superstición y persecuciones religiosas. Los "cazadores de brujas": crueles y despiadados. A una ciudad austriaca llega el gran maestro inquisidor para preparar los increíbles juicios que terminarán en terribles torturas para los infelices, que a ojos de los inquisidores han conjurado los poderes de las tinieblas o, en el caso de las mujeres, han fornicado con el diablo. Mirada morbosa y sesgada de los tiempos de la inquisición que recrea algunos casos horribles e injustos en que los inquisidores de un pueblo torturan a gente inocente, acusados de brujería y tratos con el diablo, etc., por despecho, vicio o simple maldad por parte de los responsables de esta institución. Película de producción alemana cuya característica principal es que cuenta con grandes dosis de crueldad y de violencia. Tomando como excusa el papel de la Inquisición a principios del siglo XVIII, Las torturas de la Inquisición es una película que narra con todo lujo de detalles las terribles consecuencias a las que se veía expuesto aquel que era acusado por esta opresora institución. De todos modos, la película tuvo un considerable éxito en Europa, llegándose incluso a hacer numerosas imitaciones y alguna que otra secuela. A destacar la presencia del monstruoso Reggie Nalder.
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