miércoles, 12 de mayo de 2021

"Django desencadenado”: cinco anacronismos… ¡que hacen que la película sea aún mejor! (II)

 (cont.)
La música: "Para Elisa", desconocida
Pero al fin y al cabo, el caso Nefertiti es medio error porque la escultura ya se había realizado en 1858, aunque nadie la había visto todavía. Tal vez incluso hubo un pintor abstracto aquí y allá que no lo había logrado. Es un poco lo mismo con Para Elisa, que se toca con el arpa en un salón: Beethoven la escribió en 1810, pero no se publicó hasta 1867 (bueno, como la dinamita). ¿Hay un mensaje de Tarantino en estas cosas que podría haberse conocido pero no fue del todo? Es difícil imaginar que estos fueron simples errores, especialmente porque el director aprecia Para Elisa por haberlo hecho sonar en Malditos bastardos. Cuando usas música dos veces en dos películas diferentes, sabes la fecha de nacimiento. Sobre todo porque aquí se destaca especialmente: es la única melodía intradiegética (que escuchan los personajes) de Django desencadenado… Por lo demás, la banda sonora es decididamente contemporánea.
El idioma: "hijo de puta" no estaba en el diccionario
El principal escollo de las películas históricas es el lenguaje, especialmente cuando se desarrollan en un momento en el que no existen grabaciones sonoras. Entonces hay directores escrupulosos que van a buscar en los libros las palabras que usamos. Y luego está Tarantino, que usa el hijo de puta todo el tiempo. Samuel L. Jackson, en la piel del mayordomo malvado, pronuncia el insulto cuatro veces. Sin embargo, el muy serio diccionario de Oxford data de su primer uso en 1918. ¿Pero te imaginas una película de Tarantino sin un hijo de puta dentro?
Otro detalle: cuando Calvin Candie compara a un esclavo con un oso de peluche, tiene una ventaja. Se dice que el oso de peluche es del presidente Theodore Roosevelt, y 1858 es simplemente... su año de nacimiento. ¿Casualidad? ¿Coincidencia?
Moda: las gafas no protegen del sol.
Este es posiblemente el más obvio de todos los arreglos de la historia: las gafas de sol súper elegantes de nuestro amigo Django. No fue hasta el siglo XX que se inventó este accesorio, pero hay que reconocer que va muy bien con un potro, un sombrero de vaquero y por qué no con una boquilla (¿eso, eso?) Es más bien de 1890). Con esta gran mezcla de épocas al estilo de Django y las demás, Tarantino finalmente logra lo esencial: crear personajes que no pertenecen a la Historia sino al cine y a sí mismo, personajes perfectamente tarantinescos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario