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Georgia (1981), de Arthur Penn
Estuvimos y nos quedamos con los burgueses en Reencuentro. Los héroes de Georgia son hijos de trabajadores (como Steve Tesich, el guionista). Pero las palabras de Arthur Penn son similares a las de Lawrence Kasdan: para describir, a lo largo de una década, la evolución de Estados Unidos en la década de 1960. Debido a que proviene de una nación privada de libertad, Yugoslavia, el héroe persiste en ver en su país de adopción un Tierra prometida. Y el talento del cineasta consiste en hacer constantemente generosa y cálida la lenta desilusión de sus tres jóvenes, enamorados de una chica bastante excéntrica que se casará con uno, tendrá un hijo con el segundo y se irá, en definitiva, a vivir con el tercero, que ella nunca dejaré de amar...Toda la película, una joya que no ha envejecido nada, es estimulante. Si este no es el episodio brutal, admirablemente escenificado, donde un hombre de negocios, odioso e incestuoso, masacra a su hija durante la recepción que sigue al matrimonio de esta última... Con humor, Arthur Penn confía el papel de bastardo a James Leo Herlihy, Figura de la contracultura, amigo de Tennessee Williams, militante contra la guerra de Vietnam y autor de la novela Cowboy de medianoche (Midnight Cowboy) y, adaptada al cine por John Schlesinger en 1969. Impresionante.
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