jueves, 15 de julio de 2021

Las 100 mejores películas de terror del siglo XXI (XVIII)

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75. Berberian Sound Studio (2012), de Peter Strickland. Este es el segundo largometraje como director del cineasta inglés Peter Strickland, el cual debutó con la atmosférica cinta Katalin Varga. Strickland (que también firma el guión) cosechó grandes galardones y buenas críticas en numerosos festivales, como por ejemplo una mención especial en la sección oficial del Festival de Sitges. Esta película resulta ser una especie de homenaje al giallo, un subgénero cinematográfico de origen italiano y derivado del cine de terror que tuvo mucho éxito durante los años 1970 de manos de directores como Dario Argento. El protagonista absoluto de la cinta es Gilderoy, interpretado de forma notable por el británico Toby Jones. Le acompañan actores italianos como Cosimo Fusco y Antonio Mancino, así como la griega Tonia Sotiropoulou.
74. Insidious (2010), de James Wan. Uno de los nombres más destacados de la nueva generación de cineastas dedicados al cine de terror, James Wan, y el guionista Leigh Wannell vuelven a unirse tras el éxito de Saw en una cinta que supone una vuelta de tuerca a las historias de casas encantadas. El propio director confesó que deseaba que se convirtiera en la Poltergeist de las nuevas generaciones, y para ello recupera la figura de la medium y una ambientación fantasmal que se mueve entre lo cotidiano y la teatralidad que tanto gusta manejar al director de Silencio desde el malPatrick Wilson y Rose Byrne llevan el peso de los padres que sufren la desaparición de su hijo Dalton, interpretado por un joven Ty Simpkins. El contrapunto cómico a la historia lo ponen la pareja de ayudantes formada por el mismo Leigh Whannel y el guionista, productor y actor Angus Sampson, quienes acompañan a Lin Shaye, la medium que releva a la mítica Zelda Rubinstein del clásico de Hooper.
73. Possessor (2020), de Brandon Cronenberg. Possessor es la segunda película del hijo de David Cronenberg, un ejercicio intelectual mucho más maduro que su ópera prima Antiviral. El canadiense aborda de esta forma la manipulación ejercida por una asesina sobre la psique de algunos inocentes. Un dominio realizando mediante la posesión de la forma corpórea de sus víctimas y la anulación de sus actos a través de un implante, algo que termina por volverse en su contra.
72. Green Room (2015), de Jeremy Saulnier. Tras presenciar un asesinato en un bar, los miembros de una banda de música punk son encerrados en una habitación del local por los autores del homicidio: una pandilla aterradora de neonazis que reivindican la supremacía blanca. Su líder es el dueño del bar (Patrick Stewart), un tipo que no quiere dejar testigos de lo sucedido.
71. Session 9 (2001), de Brad Anderson. Stanley Kubrick ya actualizó el tema de la casa encantada en su filme El resplandor. Ahora, el director Brad Anderson vuelve a hacer lo mismo, y además también recupera otros clichés del horror clásico, a los que da una nueva aproximación al filmarlos en vídeo digital. Anderson, que ganó por este filme el premio al mejor director en el festival de cine fantástico de Sitges, se inspiró en un hospital abandonado que había cerca de su casa y por el que pasaba cada día. Además, parece haber algo de cierto en los métodos utilizados antiguamente con los pacientes mentales; así que podría decirse que Anderson crea un miedo directamente surgido de la realidad, cosa que lo hace todavía más terrorífico.
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