La muerte en este jardín (La mort en ce jardin, 1956), de Luis Buñuel
En un país hispanoamericano, Shark, un aventurero europeo, se enfrenta a la represión encabezada por el capitán Ferrero. Tras varias peripecias, Shark huye en una embarcación con la prostituta Djin, el rebelde Castin, el padre Lizzardi y la joven María. En la huida, los prófugos tendrán que enfrentarse a los peligros de la selva amazónica y a las pasiones que se desatan entre ellos. Coproducción franco-mexicana que adapta la novela homónima de José-André Lacour. Filmada durante el período en que Buñuel comenzó a consolidarse como una figura prometedora del cine surrealista, La muerte en este jardín propone un reflejo psicológico de la España de Franco, con rebeliones y opresores en abundancia, de la que Buñuel se exilió. La muerte en este jardín se desarrolla en tres movimientos:
- El poblado y la vida de los buscadores de diamantes, con sus placeres, sus esperanzas, sus bajezas, su revuelta cuando reciben una orden de expulsión firmada por el gobernador militar de la provincia, etc. En este pequeño mundo tan poco resplandeciente dos personajes se distinguen como singulares: Shark, el aventurero atlético, valiente y realista, y María, una afable muchacha, sordomuda. El resto –el misionero, el anciano padre de María, la prostituta, el traficante, etc.-, valen todos por su egoísmo, su orgullo, su vanidad y su bajeza. Ni siquiera el misionero constituye una excepción. Juega a ser un cura transigente con el exclusivo propósito de introducir, sin que lo parezca, en el espíritu de todo el que se tropieza con él, el mensaje de Cristo llamando a los oprimidos a la resignación: "La rebelión acaba siempre represión...El que a hierro mata a hierro muere."
- Cinco personajes dispares y hechos para amarse u odiarse, según elijan. Son: Shark, Castin, Lizardi, María y Djin. Se han visto obligados a marcharse del lugar donde residían, convertido de pronto en un infierno, y Chenko, el traficante que llega en su yate. La policía les persigue, Chenko les traiciona. La conciencia de su desvalimiento y el contacto con el sufrimiento no tardarán en reducirles a la elementalidad de un grupo humano cuyo único objetivo es vencer a la muerte. La soledad, el hambre, la lluvia, el frío, la noche, el miedo..., todo transforma el sistema de valores por el que se regían... Solamente Shark prosigue la lucha, avanzando paso a paso por la jungla y dominando la situación con actos concretos. Ante este ejemplo, Lizardi reacciona y pasa insensiblemente de la contemplación y la resignación a la acción: recoge raíces para alimentarse y alimentar a sus compañeros, bebe y da de beber a los demás en el sagrado cáliz (¡para apagar la sed, no para comulgar!), y acaba por decidirse, tras una larga y angustiosa vacilación, a arrancar las páginas de su Biblia para encender fuego. Todos estos gestos de Lizardi demuestran que hay momentos en la vida en los cuales debe abandonarse la sumisión al voto piadoso y a lo que llaman voluntad del Señor, en beneficio de un trabajo concreto y presente... La caridad cristiana bien entendida no puede seguir justificando una actitud contemplativa cuando hay seres que sufren y reclaman auxilio cerca de nosotros.
- Los restos de un avión que descubre Shark. Todos los pasajeros han perecido en el accidente, pero sus equipajes contienen justo aquello que más necesitan nuestros cinco personajes: alimentos, ropas... e incluso joyas. Con este acontecimiento se invierte súbitamente la situación de los personajes, que olvidan el espíritu de colaboración nacido en ellos por obra de las exigencias de su desgracia, y vuelven a coincidir los cinco con lo que eran "antes". El hallazgo de los restos del avión corresponden, pues, con toda probabilidad, a la llegada de Robinson y Viernes a Inglaterra, ya que como en aquel caso cada uno se convierte nuevamente en un chacal para el otro.
Está considerada una obra menor dentro la filmografía del director español Luis Buñuel.
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