domingo, 10 de octubre de 2021

El cine de Cristi Puiu (IV)

(cont.)
En Bienes y dinero el espectador es un pasajero más de la furgoneta que conducen los jóvenes protagonistas, asistiendo incrédulo desde el asiento trasero a cada infortunio del viaje. La muerte del señor Lazarescu impone la mirada lúgubre de la Muerte, acechante en cada escena como una sombra insondable. Pocas películas, de hecho, han recreado con tanta maestría la presencia de la parca, cuya ominosa naturaleza enfrenta la invisibilidad de su ser con la visibilidad de sus víctimas. En el mencionado Réveillon la cámara, convertida en ojo de la memoria histórica, contempla a ese matrimonio de probables intelectuales desde la impasibilidad que otorga el olvido. Aurora, un asesino muy común, una película ante todo sobre la conciencia, juega con la idea de que ésta fuera de carne y hueso, motivo por el cual Puiu sitúa la cámara en cada momento a la distancia que mejor representa las intenciones morales del protagonista.
Aurora, un asesino muy común (2010)
El tratamiento supuestamente realista, documental, de Trois exercises d’interprétation es en realidad la subjetividad racionalizada de un director, el propio Puiu, quien, parafraseando a Pirandello, busca a sus personajes. En la línea de La muerte del señor LazarescuSieranevada se vuelca en otra mirada fúnebre, en este caso, la del padre difunto en cuya memoria se ha reunido su familia. Malmkrog, por último, invita al espectador a adoptar el punto de vista de alguno de los sirvientes que atienden la reunión social que plantea la historia. La única excepción a esta estrategia formal se encuentra curiosamente en uno de sus títulos más premiados, el cortometraje Cigarettes and coffee (Un cartus de kent si un pachet de cafea, 2004). Salvo pinceladas en los dos o tres primeros minutos de metraje, Puiu se limita a filmar de manera convencional el diálogo que mantienen dos hombres en una cafetería, llegando incluso a utilizar el manido plano-contraplano como recurso para exponer la opinión de ambos.
 Cigarettes and coffee (2004)
En cualquier caso, el hecho significativo es la capacidad probada del director para crear e introducir en el cine de autor un nuevo lenguaje realista. Desesperante para unos, fascinante para otros, esta suerte de orografía visual propone un estudio fílmico de la realidad a partir de sus contornos y relieves tanto físicos como humanos, en un intento premeditado por dar continuidad a la antropología de la imagen de Rudolf Arnheim. No por casualidad Film as Art fue el libro que guió la tesis doctoral de Puiu: El cine es un instrumento para investigar lo real, para investigar la vida (…). Entonces el cine puede ser una especie de dispositivo antropológico para que mires el mundo fuera de ti y el mundo dentro de ti, dentro de tu cabeza, eso es algo que las películas de ficción te permiten hacer.
El cine es en manos de Puiu ciertamente una lámpara que no alumbra para el que duerme, pero tampoco ilumina al que está despierto. Por esta razón cada una de sus películas empieza y termina de repente, como si algo o alguien encendiera y apagara una luz en el infinito. El tejido de la vida es demasiado precioso para ensuciarlo con elipsis.

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