Si hay una actividad que siempre asociamos a la Navidad es el ver películas en familia. Ya sea en el cine con un buen bol de palomitas o en casa bajo la manta, hay películas que inmediatamente nos transportan a la Navidad, y que disfrutamos año tras año, y hasta se convierten en una tradición navideña más, igual que poner el árbol o discutir con el cuñado en la cena de Nochebuena.
Pesadilla antes de Navidad (The Nightmare Before Christmas, 1993)
El mundo se divide entre los que ven esta película en Halloween y los que lo hacen en Nochebuena. Y es que ambas tradiciones se mezclan en este musical gótico protagonizado por el carismático Jack Skellington, el Rey de las Calabazas que, aburrido de la monotonía, descubre la Navidad y queda tan fascinado que decide suplantar a Santa Claus.
La película se atribuye erróneamente a Tim Burton, autor de los bocetos y la idea original, pero fue dirigido por Henry Selick, que sería el responsable también de otros clásicos Disney en stop motion como James y el melocotón gigante o Los mundos de Coraline.
Solo en casa 2. Perdido en Nueva York (Home Alone 2: Lost in New York, 1992)
Si, es cierto. Solo en casa, la primera, es un clásico navideño imprescindible. Pero queríamos rendir un homenaje a su secuela. Ese Nueva York nevado, el árbol de Rockefeller Center, la visita a la mítica juguetería Duncan (que no existe en la realidad, por cierto)… La variedad de localizaciones (la película original transcurría casi por entero en casa de los McCallister) hace que la secuela sea mucho más entretenida y llena de momentos memorables.
Además tenemos a Tim Curry, con esa sonrisa que a los niños de los 90 nos ponía los pelos de punta al recordarnos cierto payaso…Por todo ello, se ha convertido por derecho propio en un clásico navideño imprescindible, especialmente para los amantes de la ciudad que nunca duerme.
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