¡Más de cincuenta películas, toda una sección del patrimonio cultural japonés! En Japón, todos, jóvenes y mayores, conocen a “Señor Tigre”, cuyos giros y vueltas desde la década de 1960 muestran un Japón tradicional atrapado en la modernidad.
Desconocido en nuestras latitudes, este buhonero bocazas y colorido, con sus trajes baratos, su claqué y su eterno sombrero de paja, ocupa un lugar especial en el corazón de los japoneses. Estrenada en 1969 en el archipiélago, la primera parte de sus tragicómicas aventuras fue seguida rápidamente por otras, sin perder nunca popularidad. Felices propietarios de esta licencia (¡que los salvó de la bancarrota!), los estudios Shôchiku estiman que un tercio de la población japonesa ha visto al menos un episodio de la saga.
Un total de cincuenta y una películas, interpretadas por los mismos actores y producidas (excepto dos de ellas) por el mismo director, Yôji Yamada. Una actuación única en la historia del cine, que terminó con la muerte del actor principal, Kiyoshi Atsumi, en 1996. Sobre un guión casi idéntico de un episodio a otro (Tora-san vuelve a casa, se deja llevar, se pone el zoco, se enamora, toma una chaqueta y se va), Yamada pinta un retrato incisivo de la sociedad japonesa y sus transformaciones a lo largo de casi cuatro décadas. Más allá del espectáculo familiar, la comedia, los buenos sentimientos y la actuación "cómica" de Kiyoshi Atsumi, permite contemplar la epopeya de este tigre (de papel) es también como hojear un fascinante libro de historia.
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