Todos nos llamamos Alí (Angst essen Seele auf, 1974), de Rainer Werner Fassbinder
En un café al que acuden los trabajadores inmigrantes, Emmi Kurowski, una viuda de unos sesenta años, conoce a Salem, un marroquí treintañero. Inducido por la dueña del bar, Salem invita a Emmi a bailar, hablan, la acompaña a casa y, al día siguiente, se queda a vivir con ella. Esta relación provoca un gran escándalo, y las vecinas visitan al propietario del edificio para denunciar a Emmi. La película se rodó en menos de dos semanas y estaba concebida como un ejercicio de cinematografía de Fassbinder, para mantenerse ocupado durante el tiempo que tenía libre entre el rodaje de otras dos películas, Martha y Effi Briest.1 Sin embargo, ésta resultó ser una de las mejores de su filmografía. El Hedi ben Salem, que da vida al personaje de Alí, era por entonces pareja de Fassbinder. Ben Salem se suicidó años después en prisión. El papel de Barbara lo interpreta la actriz austríaca Barbara Valentin, que en los años 1980 sería pareja de Freddie Mercury, líder de la banda Queen. El propio Fassbinder hace un cameo como yerno de Emmi. Está considerada una de las mejores obras de Fassbinder. En Cannes recibió el Premio del Jurado Ecuménico. Premio FIPRESCI además en los Premios del cine Alemán obtuvo el de la mejor Actriz (Brigitte Mira).
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