lunes, 28 de febrero de 2022

“Arthur Rambo”, de Laurent Cantet, revive el asunto Mehdi Meklat (I)

Impulsado desde la ciudad de Seine-Saint-Denis a las altas esferas intelectuales y mediáticas de París, el escritor y periodista Mehdi Meklat se vio envuelto en una serie de tuits antisemitas y misóginos. El cineasta Laurent Cantet se inspira en su historia al dirigir Arthur Rambo (2021).
Casi habíamos olvidado, el asunto Mehdi Meklat, y ahora viene una película a recordarlo. Arthur Rambo, de Laurent Cantet, libremente inspirado en la historia de un joven de 25 años cuyo ascenso social y gloria mediáticos se había visto truncado en 2017 por la exhumación de viejos tuits racistas, antisemitas, misóginos, homofóbicos, groso fóbicos, entre otros, escritos primero bajo el seudónimo de Marcelin Deschamps, antes de que él los respaldara con su nombre verdadero.
El personaje de la película se llama Karim D., y no Mehdi M. Su apodo: Arthur Rambo, y no Marcelin Deschamps. Pero aparte de algunos otros detalles, los hechos que relata se ajustan a la realidad, al menos tal como la conocemos, tal como la hemos experimentado, y tal como la contó el propio Meklat. El director plantea los hechos, reproduce los considerables problemas que había causado el escándalo, esboza posibles explicaciones. Pero no toma partido. Dejando que el espectador lo haga por sí mismo. Y el deseo, quizás, de volver a sumergirse en él.
Además, ¿realmente se había olvidado del asunto Meklat? Por supuesto que no,  había molestado mucho. Ante un malentendido que no pudo resolverse ni con las explicaciones tajantes de quienes aman estigmatizar (sobre todo cuando su objetivo lleva un nombre de origen extranjero); ni contentarse con las disculpas e intentos de justificación del interesado, formuladas en particular en un libro, Autopsie, publicado en 2018: Mehdi Meklat reconoció su error… al descartar en gran medida su edad, la violencia de su tiempo, la de las redes sociales, su origen en los arrabales sin horizonte. Asegurando, prometiendo, jurando, que todo era provocación, ficción, que no quiso decir nada ello. 
E incluso, sin reírse, que esos tuits ordinarios y de odio formaban parte de una “ficción literaria, artística”… Señalando de paso a los periodistas de France Inter (con los que colaboró), que lo habrían entendido mal, considerados ilegítimos, y por lo que le hubiera gustado vengarse de alguna manera inventando un ficticio doble. Certificando también que dentro de los medios, generalmente de izquierda, que todavía lo elogiaban el día anterior al escándalo, "todo el mundo lo sabía". Estamos bien situados para saber que no. No todos lo sabían. Sabíamos que tenía un humor abrasivo, a veces vulgar ya menudo divertido (un poco como... Charlie Hebdo ). Pero nada que toque lo odioso.
Inquietud
La película de Laurent Cantet no se detiene en este punto, no es su principal preocupación. Y tal vez se conozca la historia, el asombro sigue corriendo cuando los tuits firmados por Arthur Rambo, del mismo tono que los que efectivamente se colgaron en la red, aparecen en letras gigantes en la pantalla. A nuestros ojos, Mehdi Meklat no era sospechoso de nada más que de su talento. Por lo tanto, lo escuchamos con deleite, él y su compañero Badroudine Saïd Abdallah, conocido como Badrou, en un programa de Pascale Clark en Inter: "los niños", como los llamó la presentadora, que se apoderó de temas más o menos actuales. restaurarlo en un collage subjetivo de sonidos y palabras que era más creación artística –e incluso, nos atreveríamos a decir, poética– que comentario de noticias.
Durante más tiempo, el dúo ofició en el Bondy Blog, un nuevo tipo de medio que, presenta las noticias a través del prisma dela diversidad étnica y los suburbios, sacudió la comodidad de las principales redacciones parisinas. Los Kids también habían colaborado en una exposición en el Palais de Tokyo, producido un documental emitido sobre Arte, lanzado una revista gruesa con el periodista Mouloud Achour, Téléramadan (sin ningún vínculo con Télérama ), que se suponía que se estrenaría una vez al año y, después la conmoción de los ataques de 2015, cuestionando la relación con el Islam en sus dimensiones religiosa, social y cultural – Mehdi Meklat, personalmente, siempre ha dejado claro que no era musulmán. En vísperas del "asunto", acababan de publicar su segunda novela. Dos años antes, para su primer libro, Burn Out, también publicado en Seuil, los dos chicos habían aparecido en la portada de Télérama.
(cont.)

No hay comentarios:

Publicar un comentario