Al reestrenarse en los cines el monumento a Coppola este 25 de febrero en versión restaurada, realizamos un pequeño estudio comparativo de las grandes películas sobre Cosa Nostra. Donde resulta que cada uno explora, a su manera, los horrores de los paraísos artificiales.
En el momento en que se destaca el monumento de Francis Ford Coppola, y su mitología de violencia y pasión, grandeza y decadencia, de la familia Corleone, restaurado, nos preguntamos en qué se diferenciaba, o no, de otras dos obras seminales del cine mafioso. o gánsteres, realizada por otros dos cineastas de sangre italiana, Martin Scorsese y Sergio Leone. ¿Qué son las médulas sustantivas (a menudo plagadas de agujeros de bala) de Uno de los nuestros y Érase una vez en América... en comparación con la de los tres Padrinos?
El padrino, la primera parte de una monumental trilogía, llega a los cines por su 50 aniversario |
El padrino (The Goodfather, 1972), una tragedia familiar en tres actos
Si tuviéramos que quedarnos con una sola línea de la trilogía de Coppola, sería la que pronuncia Robert De Niro (el joven Vito) en El padrino 2, ella misma matriz de la primera: "Michael, tu papá está loco por ti.“ Este gran trabajo descansa, sobre todo, en la sombra del pasado o de cómo un hijo, el predilecto, y el que ha tardado en seguir los pasos de su padre, acaba regido por su fantasma: convertirse en padrino equivale a convertirse en ese padre, aunque signifique cegarse y tomar las imágenes sepia de los orígenes por las instrucciones de un mundo que, sin embargo, ha cambiado. Obedece la leyenda, hasta la pérdida de todos los seres queridos, y los suyos propios. Michael Corleone no deja de reivindicar su evolución (hacia la legalidad, ese paraíso donde, supuestamente, el dinero no rima con derramamiento de sangre) pero sigue siendo prisionero de un legado, y de sus raíces sicilianas. Corleone no es un nombre, es una tierra natal.
Érase una vez en América (Once Upon a Time in America, 1984), una trilogía sobre América
Fue la última película dirigida por Sergio Leone, y es la tercera parte de la trilogía conocida como Once upon a time Trilogy, precedida por las películas Hasta que llegó su hora (C'era una volta il West,1968) y ¡Agáchate, maldito! (Giù la testa, 1971). Ambicioso proyecto que proponía una lectura de la historia de la América moderna a partir del gangsterismo, basándose en una novela de Harry Grey. A diferencia de muchas películas, Érase una vez en América tiene un relato basado en flashbacks y que en algunos momentos es intencionadamente ambiguo. Pese a ser lanzada años después de las dos primeras entregas de El padrino, es una película que aplicó una lógica de autor a un tema que ya se sentía agotado. Hubo al menos dos claves en esa visión de autor: primero, la visión foránea sobre el tema, que daba una perspectiva distinta a la que tenía Coppola o Scorsese.
Uno de los nuestros (Goodfellas, 1990), el ascenso y caída de tres delincuentes
Está basada en el libro Wiseguy de Nicholas Pileggi, quien también coescribió el guion para la película con Scorsese. Una obra maestra en el subgénero del cine de mafia, una película basada en hechos reales. Scorsese fiel a sus señas de identidad, dota a la película de un ritmo frenético que deja sin aliento al espectador. Nos situamos en la segunda mitad del siglo XX, en la ciudad de Nueva York, donde está de moda juntarse con tipos duros y controlar todo tipo de negocios que haga que estés forrado de dinero y vivas a cuerpo rey. La historia sigue a lo largo de treinta años la vida de Henry Hill, narrada por él mismo, desde que es un adolescente y ayuda esporádicamente en trabajos pequeños a los mafiosos del capo Paul Cicero en los años 1950, hasta su caída por culpa de las drogas en los 1980. Treinta años en los que se nos cuenta de todo y donde conocemos a cantidad de personajes.
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