“Madeleine Collins”, “El adversario”... Las dobles vidas van en aumento en el cine (II)

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El adversario (L'adversaire, 2022), de Nicole García

Basada en una historia real, narra la historia de Jean-Marc Faure, aparentemente un marido ideal, amante perfecto, padre ejemplar e insospechado asesino.Adaptación de la novela de Emmanuel Carrère basada en la vida de Jean-Claude Romand quien asesinó a su esposa, a sus hijos y a sus padres e intentó, sin éxito, suicidarse. El 9 de enero de 1993, Jean-Claude Romand asesinó a su esposa, a sus hijos y a sus padres e intentó, sin éxito, suicidarse. Las investigaciones demostraron que el intachable y respetable Romand nunca había sido médico, como sostuvo durante 18 años, y lo que es aún más difícil de creer, no era ninguna otra cosa. Su vida entera fue una imponente construcción de fantasía y engaño, una demente fachada, que finalmente se derrumba en una explosión de violencia y desesperación cuando su descubrimiento se hace inevitable y su creador no puede mantenerlo por más tiempo. Ante la perspectiva de ser descubierto, prefirió deshacerse de todos aquellos cuya opinión era más importante para él. 

Marnie la ladrona (Marnie, 1964), de Alfred Hitchcock

Por supuesto, huye, de ciudad en ciudad, de los jefes a los que ha estafado, de las arcas que ha roto, de los cheques que ha cobrado indebidamente. El peligro acecha todo el tiempo. La prisión la está mirando todo el tiempo. Pero no puedes evitar pensar que Marnie (Tippie Hedren) está disfrutando al máximo de la vida que ha elegido. Obviamente, le gusta (Hitchcock enfatiza la sensualidad de este momento) verse rubia en el espejo frente a ella, ¡pura de nuevo! - después de haber diluido cuidadosamente su identidad pasada en agua oscura. Y es un placer que elija, entre sus muchos papeles, su nuevo nombre y apellido para la próxima estafa. A ella le gusta convertirse en esta otra, en todas estas otras. Sus muchas vidas lo atraen ... demasiadas otras... François Truffaut dijo que Marnie la ladrona es una gran película enfermiza. Es, sobre todo, una gran película dolorosa. El sexo no es placer ni satisfacción, sino dominación y violencia. El final feliz (Marnie entregó gracias a su inconsciente liberado) es un señuelo. Queda ese florecimiento de la heroína en su sucesivo yo, los miedos y los placeres que allí encuentra, a riesgo de perderse. Eso sigue siendo fascinante...