El 3 de marzo de de 1922 se estrenó la película alemana La tierra en llamas (Der Brennende Acker), dirigida por F.W. Murnau e interpretada por Eugen Klöpfer, Vladimir Gajdarov, Werner Krauss, Eduard von Winterstein, Stella Arbenina, Lya De Putti, Alfred Abel, Grete Diercks, Elsa Wagner. Productora: Deulig-Film. Duración: 110 minutos.
Sinopsis argumental: El viejo Rog tiene dos hijos: Peter y Johannes. El primero se ha adaptado a la tierra, bendice el pan que ésta les brinda, y actúa con tal sabiduría y sentido de la convivencia, que su calidad de vida es apreciada por todos en la comarca. Johannes, el más joven, ve las cosas de otra manera: se siente un hombre de mundo y subestima la vida campestre como si fuera una maldición. A cambio de esto, el poder y el dinero son sus únicas metas. Entre las hilanderas se cuentan historias acerca de un lugar conocido como El Campo del Diablo (Teufelsacker), y pronto sabremos que, ésta, es precisamente la tierra que heredará Helga, la esposa del conde Rudenberg, sólo que ella no sabe que allí hay un gran tesoro por descubrir. Josef von Rudenberg, como el anciano Rog, parecen precisar que sus días están contados, y el último desea que su hijo Johannes se organice con la doncella María, y el primero deja firmado su testamento donde beneficia a su hija Gerda con todas sus propiedades y cree que sólo una tierra árida le lega a su infiel esposa. Talvez, en su inconsciente, ambos ancianos presienten que es mejor irse que enterarse de los hechos lamentables que amagan con suceder.
Sinopsis argumental: El viejo Rog tiene dos hijos: Peter y Johannes. El primero se ha adaptado a la tierra, bendice el pan que ésta les brinda, y actúa con tal sabiduría y sentido de la convivencia, que su calidad de vida es apreciada por todos en la comarca. Johannes, el más joven, ve las cosas de otra manera: se siente un hombre de mundo y subestima la vida campestre como si fuera una maldición. A cambio de esto, el poder y el dinero son sus únicas metas. Entre las hilanderas se cuentan historias acerca de un lugar conocido como El Campo del Diablo (Teufelsacker), y pronto sabremos que, ésta, es precisamente la tierra que heredará Helga, la esposa del conde Rudenberg, sólo que ella no sabe que allí hay un gran tesoro por descubrir. Josef von Rudenberg, como el anciano Rog, parecen precisar que sus días están contados, y el último desea que su hijo Johannes se organice con la doncella María, y el primero deja firmado su testamento donde beneficia a su hija Gerda con todas sus propiedades y cree que sólo una tierra árida le lega a su infiel esposa. Talvez, en su inconsciente, ambos ancianos presienten que es mejor irse que enterarse de los hechos lamentables que amagan con suceder.
Comentario: Drama rural de luchas familiares por la posesión de la tierra que escenifica la pasión y la codicia, las supersticiones y las leyendas, en una narración expresionista.
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