Durante la ocupación alemana de Francia, Signoret se relacionó con un grupo artístico de escritores y actores que se reunían en el Café de Flore en Saint-Germain-des-Prés. Para ese entonces, desarrolló un interés por la actuación y fue impulsada por sus amigos, incluyendo su amante, a iniciar una carrera como actriz. En 1942, empezó a realizar papeles menores y fue capaz de ganar suficiente dinero para ayudar a sus padres y hermanos. Signoret tomó el apellido de su madre como medio para ocultar sus raíces judías.
Su apariencia y personalidad provocó que la encasillaran en ciertos papeles y en muchas ocasiones personificó a prostitutas. Obtuvo bastante atención por su aparición en La ronda (La Ronde, 1950), de Max Ophüls, una película que estuvo temporalmente prohibida en Nueva York por ser considerada inmoral. Adaptación de una obra de teatro de Arthur Schnizler. A lo largo de una serie de distintas viñetas ambientadas en la Viena de principios del siglo XX conocemos distintas historias de seducción, amor y desencuentro que se van relacionando entre sí.
La ronda (1950) |
También obtuvo más atención por su personificación de una prostituta, amante de uno de los hombres de la banda de Felix, en París, bajos fondos (Casque d'or, 1952), de Jacques Becker, por la cual recibió el BAFTA a la mejor actriz.
París, bajos fondos (1952) |
Signoret actuó en algunas de las películas más famosas de Francia durante los años 1950, incluyendo:
- Teresa Raquin (Thérèse Raquin, 1953), de Marcel Carné, un drama pasional que supone uno de los títulos menos reputados del prestigioso director Marcel Carné. Pese a ello, esta adaptación de la novela homónima de Émile Zola obtuvo el León de Plata a la mejor dirección en el Festival de Venecia. Parte de ese éxito se debió gracias a la presencia siempre estimulante de Simone Signoret, en esta cinta que en España tardó doce años en llegar a estrenarse a causa de la censura franquista.
Teresa Raquin (1953) |
- Las diabólicas (Les diaboliques, 1955), de Henri-Georges Clouzot. Una obra maestra del cine de suspense, basada en una novela de Pierre Boileau y Thomas Narcejac (también autores de la novela en la que se basó Alfred Hitchcok para su Vertigo). En el momento de su estreno, la película cosechó un gran éxito de crítica y compartió el premio a la mejor película extranjera de la crítica de Nueva York, junto con Humberto D, de Vittorio de Sica. Irónicamente, Vera Clouzot, esposa en la vida real del director y que interpreta aquí a la frágil esposa del director, delicada del corazón, murió pocos años más tarde de un ataque coronario. La película ha dado pie a tres ‘remakes’: dos telefilmes y la versión cinematográfica protagonizada por Sharon Stone e Isabelle Adjani, titulada Diabólicas (Diabolique, 1996), de Jeremiah Chechik.
Las diabólicas (1955) |
-Y Les sorcières de Salem (1957), de Raymond Rouleau. Adaptación francesa de la célebre obra de Arthur Miller, con guión de Jean-Paul Sartre. Aunque a Miller le gustó la película de Raymond Rouleau, le parecieron inoportunas las “morcillas” marxistas introducidas, en referencia a la revuelta de las capas populares contra las clases dirigentes, que serían las que habrían provocado la histérica caza de brujas en que consiste la trama.
(cont.)
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