Mujer de teatro y cine con una voz tan singular, musa intelectual, feminista adelantada a su tiempo… Recorremos la trayectoria de una actriz con una personalidad extraordinaria.
Primera parte: nacimiento de una leyenda.
Su nombre es A. Como apática. Una dama morena alta y sofisticada, vestido Chanel, plumas negras, velo de muselina. Una esfinge capaz de temblar. La vemos paseando en un parque sin sombra, deslizándose por el laberinto de mármoles y espejos de un hotel, por donde pasan ricos ociosos. Un extraño se le acerca, le dice que se enamoraron hace un año. Ella dice que no, que no se acuerda. ¿Está fingiendo? ¿Ella se escapa? Esta Madame A es una vestal fatal además de una prisionera de amor. El sueño de una mujer en una película de sueños llamada El año pasado en Marienbad (L'année dernière à Marienbad). Estamos en 1961, acaba de caer el rayo de la modernidad. Nunca habíamos visto una película así en Francia, compuesta como una pintura geométrica, una fantasmagoría, un juego cerebral con reglas oscuras. La película, escrita por Alain Robbe-Grillet y dirigida por Alain Resnais, ganó un León de Oro en el Festival de Cine de Venecia y reveló a Delphine Seyrig. Primera impresión. Nacimiento del mito.
Delphine Seyrig en El año pasado en Marienbad (1961) |
Por su silueta de mujer alta y morena y su voz, podría recordar a Bárbara. Sus fans saben que Delphine Seyrig cantó un poco. Le debemos dos canciones, que no carecen de humor: Une fourmi et moi y Quoi de plus beau que une marche militaire (Letra: Jean-Claude Carrière. Música: Francis Seyrig.) Por otro lado, en Peau d'Âne (1970), el famoso canto de los consejos del Hada de las Lilas que generalmente se le atribuye es interpretado por Christiane Legrand, no por ella.
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