(cont.)
Mayer escribió, posteriormente, Escalera de servicio (Hintertreppe, 1921), para Leopold Jessner y Paul Leni, y algunos de los guiones clave de la carrera de Murnau, El castillo encantado (Schloss Vogelöd, 1921), una historia policíaca; El último (Der Letzte Mann, 1924), este clásico del cine mudo fue el primer film que explotó el movimiento de cámara; Tartufo o el hipócrita (Herr Tartüff, 1925), fábula moral basada en la famosa comedia de Moliere sobre la hipocresía de un hombre que quiere adueñarse de una gran fortuna; y la película más importante del período americano de Murnau, Amanecer (Sunrise: A Song of Two Humans, 1927), obra cumbre del expresionismo con la que el alemán Murnau -recién llegado a Estados Unidos- realizó toda una invasión de talento y dominio técnico en Hollywood. Su talento abarcaba tanto el campo de los fantástico como el documental social, representado este último por su guión para Berlín, sinfonía de una gran ciudad (Berlin – Die Symphonie der Großstadt, 19279, de Walter Ruttmann.
El castillo encantado (1921) |
El hombre de las figuras de cera (1924) |
Las tres luces (1921) |
Lang se sentía atraído por figuras de dimensiones colosales, tanto del pasado como del presente. Su archicriminal doctor Mabuse estaba interesado el llegar a dominar el mundo en El doctor Mabuse (Dr. Mabuse, der Spieler, 1922), fue la primera versión cinematográfica del Dr. Mabuse consta de dos partes: “El gran jugador” y “El infierno”. Mientras que malos semejantes aparecen en Los espías (Spione, 1928).
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