Desde los antaño paisajes pagnolescooss de Marius (1931) hasta la aglomeración globalizada de Stillwater (2021), mucho más que un escenario, la ciudad de Marsella se erige como protagonista por derecho propio.
¿Películas rodadas en Marsella? Evidentemente, primero pensamos en los coches (las persecuciones de coches en Taxi Express (Taxi, 1998) y la prisión (la de Les Baumettes en Un profeta (Un prophète, 2009)). Pero esto es injustamente descuidar la diversidad de paisajes que ofrece la ciudad de Marsella, desde el Puerto Viejo hasta los barrios del norte, pasando por los arroyos, las islas Frioul y el barrio medieval de Le Panier... He aquí diez películas, de thrillers a la comedia, presentada en orden cronológico, que honran a una Marsella plural, moderna y auténtica, urbana y salvaje, hechizante y violenta, a menudo estimulante y bañada por el sol, a veces inquietante.
La trilogia marsellesa, de Pagnol (1931-1936)
Por supuesto, están Marius (1931), Fanny (1932) y César (1936). Pero sobre todo está Marsella, protagonista de la obra del escritor nacido en Aubagne. No hace falta resumir la historia ya que las tres películas (y, antes que ellas, los tres libros) se han convertido en clásicos. Si la primera, Marius, se rodó principalmente en el estudio, las otras dos obras revelan una Marsella desaparecida: el Café de la Marine de los años 1930, el puente transportador, las tiendas antiguas... A través de estas películas, la ciudad de Marsella se vuelve accesible todos, con sus lugares míticos, su población, su acento sureño. Un verdadero patrimonio.
Fanny (1932), de Marc Allegret |
El ejército de las sombras (L’Armée des ombres, 1969), de Jean-Pierre Melville
Basada en la novela homónima de Joseph Kessel, El ejército de las sombras de Melville es la película esencial para comprender la Resistencia, incluida su crueldad. La historia de Philippe Gerbier (Lino Ventura), al frente de una red de resistencia con base en... Marsella, la rebelde, por supuesto. Sin embargo, vemos relativamente poco de la ciudad: París y Lyon tienen un papel más importante, es cierto. Pero una cosa es también verdad: después de la película de Melville, ya no podemos mirar al palacio de justicia de Marsella de la misma manera.
El ejército de las sombras (1969), de Jean-Pierre Melville |
The French Connection. Contra el imperio de la droga (The French Connection, 1971), de William Friedkin
Marsella, centro del narcotráfico. Violencia, drogas y persecuciones de coches: The French Connection es uno de esos thrillers imprescindibles y espectaculares (todavía hoy), que ganó nada menos que cinco premios Oscar (incluidos los de mejor película, mejor actor y mejor director). Entre Le Panier, el Vallon des Auffes, el Puerto Viejo y el Castillo de If, la película muestra una ciudad criminal, siniestra... y nos deja en la mente una Marsella convulsa.
The French Connection. Contra el imperio de la droga (1971), de William Friedkin |
Un, deux, trois, soleil (1993), de Bertrand Blier
Anouk Grinberg, Marcello Mastroianni, Myriam Boyer, Jean-Pierre Marielle y Claude Brasseur en una historia de familia, amor y aprendizaje en una ciudad. Blier pinta un impactante retrato de los suburbios de Marsella, en toda su dureza, sin ideas preconcebidas. La luz dura y aplastante, el sofocante calor del sur, los largos bloques de apartamentos blancos que se elevan desde al pie de las montañas rocosas e incluso el sonido de los grillos contribuyen a la atmósfera sofocante de la película. Uno, dos, tres... Marsella, sin folklore.
Un, deux, trois, soleil (1993), de Bertrand Blier |
Marius y Jeannette (Un amor en Marsella) (Marius et Jeannette, 1997), de Robert Guédiguian
La historia de un encuentro entre dos seres maltrados, pero que poco a poco encontrarán la felicidad. Una crónica realista, anclada en el barrio de L'Estaque, antiguo pueblo de pescadores y artesanos, como suele ocurrir en las películas de Guédiguian –podríamos haber incluido Las nieves del Kilimanjaro (Les neiges du Kilimanjaro, 2011) o La casa junto al mar (La villa, 2017). En 1997, sin embargo, eran principalmente trabajadores los que habitaban el distrito: Marius vivía en una fábrica de cemento en ruinas. La historia de un encuentro, sí; la historia de Marsella, también.
Marius y Jeannette (Un amor en Marsella) (1997), de Robert Guédiguian |
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