Durante los primeros años del siglo XX, el cine se consolida de una forma notoria en los países nórdicos. Se puede hablar de casos aislados, de pioneros que ponen los cimientos de una de las cinematografías más significativa de los años 1910 y 1920. En este período se desarrolla la etapa más creativa de los grandes maestros como Sjöström, Stiller y Dreyer. La plástica de la luz y de la sombra se plasma en muchas de sus obras, que transpiran el sentimiento de una tierra y de sus gentes. La expiación de Gösta Berling y La pasión de Juana de Arco son dos las películas más significativas de estos años.
El cine sueco y danés
Estudios de cine AB Svenska de Läroverksvägen en Lidingö en 1912 |
El cine sueco inicia la búsqueda de su propia personalidad en 1907, cuando Charles Magnusson fue nombrado director de producción de AB Svenska Biografteatern, la productora que todavía florece hoy en día con el nombre de Svensk Filmindustri. Entre las dotes de Magnusson figuraban un gran talento para la
cinematografía (había logrado fama en el campo del noticiario) y una eficiencia como administrador que le permitió permanecer en la cumbre de su profesión. Se sentía más atraído por el campo sueco que por las zonas urbanas. con sus teatros y sus "music-halls" y decidió rodar la mayoría de sus películas en escenarios naturales.
Charles Magnusson hacia 1909 |
Así este pionero, una verdadera leyenda en la industria sueca del cine, puso los cimientos de una tradición que ha continuado hasta llegar a la obra de Ingmar Bergman y Bo Widerberg. Las virtudes relacionadas comúnmente con el cine nórdico, espléndidas interpretaciones, fotografía luminosa, temas intemporales y compromiso social, puede atribuirse todas a la influencia de Magnusson.
A comienzos de 1912, Magnusson ofreció contratos a Maurice Stiller y Victor Sjöström. Los tres se hicieron amigos íntimos y, a lo largo de los diez años siguientes, Sjöström y Stiller dirigieron cientos de películas, dando así lugar a la Edad de Oro del cine sueco, y consiguiendo un prestigio que hizo que fueran llamados por Hollywood.
Los dos hombres tuvieron que aprender el oficio cinematográfico juntos. Trabajaron en un estudio hecho todo de vidrio, en la isla de Lidingö, al este de Estocolmo. Julius Jaenzon, uno de los grandes operadores del cine mudo, llevaba ya algún tiempo trabajando en el cine y enseñó los rudimentos a los nuevos directores. Georg af Klecker (1877-1951), ahora injustamente olvidado, era el jefe del estudio, aunque dirigió sus mejores películas para otros, la compañía Hasselblad de Gothhenburgo. Entre ellas cabe destacar: Kärleken segrar (1916) y Mysteriet natten till den 25:e (1917).
La Nordisk es actualmente la productora en activo más antigua del mundo |
(cont.)
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