El género del terror es uno de esos tipos de cine que se ama o se odia, sin término medio. Las personas que son aficionadas a los sustos, a las tramas de fantasmas, exorcismos y asesinos en serie, disfrutan con estas películas creadas para mantenerte en tensión durante las dos horas que dura la cinta. Si es de los apasionados por el cine de miedo, seguramente esté siempre a la 'caza' de nuevas propuestas que le sorprendan por su originalidad: los guiones más interesantes son los que le dan la vuelta al género y ofrecen algo nunca hecho hasta el momento.
Hemos preparado una lista de las mejores películas de terror para que pueda sorprenderse y saltar del sofá una y otra vez con los monstruos más aterradores y las atmósferas únicas que se han convertido en verdaderos éxitos de taquilla. En esta selección verá que las mejores películas de miedo incluyen clásicos, cintas que se han convertido en historias de culto, guiones que caminan entre la realidad y la ficción, nuevas propuestas, etc. Seguramente encontrará títulos que le suenen, pero también alguna opción a la que no habría llegado por sus propios medios y que se convertirá en una firme candidata a estar en su lista de buenas películas de terror.
1. El resplandor (The Shining, 1980)
Soledad, locura y fantasmas en una de las películas más icónicas de todo el cine de terror. Con un par de versiones realizadas, es la propuesta de Stanley Kubrick, protagonizada por Jack Nicholson, la que está en el imaginario popular de cualquier cinéfilo del planeta. El resplandor cuenta la historia de una familia que se muda a un hotel perdido en las montañas para encargarse de su mantenimiento en la temporada en la que el espacio vacacional está cerrado. Poco a poco, los tres miembros de la familia se irán dando cuenta de que algo raro pasa allí... hasta perder la cabeza. Kubrick logró dotar la historia de su particular estilo de grabación. Considerada una obra maestra del terror, la narrativa imposible de lo ocurrido en el hotel Overlook es capaz de erizar la espalda de cualquier espectador.
2. [•REC] (2007)
[•REC] es la película de miedo 'marca España' más popular de cuantas se han hecho en nuestro país. Dirigida por Jauma Balagueró y Paco Plaza, se trata de una historia que tiene el honor de haber revitalizado el género con su original propuesta: toda la película está grabada desde un punto de vista subjetivo y a modo de falso documental. La frontera entre realidad y ficción fue escindida en esta historia que demuestra cómo las buenas películas de terror todavía no han agotado el género y pueden aportar nuevas historias, nuevas fórmulas y, sobre todo, modos distintos de asustar a los espectadores. La trama es sencilla: dos reporteros entran a un edificio acompañando a los bomberos a una de sus salidas. Allí se encuentran con una plaga parecida a la rabia que hace que las autoridades clausuren el edificio, del que no se puede entrar ni salir. Es el momento de luchar por salvar la propia vida: y grabarlo.
3. Tiburón (Jaws, 1975)
No hace falta pensar en historias sobrenaturales para crear buenas películas de terror. La propia vida, el día a día, ofrece numerosos (y terroríficos) escenarios para generar grandes historias. Uno de los mundos a los que cabe mirar –y que siempre ha interesado a artistas de todas las disciplinas– es al mar: ¿qué criaturas se esconden en el fondo marino? ¿Qué hay nadando entre nuestros pies cuando estamos en la playa? ¿Cómo escapar, cuando se está en un medio tan poco habitual para el ser humano como el agua? Seguramente Steven Spielberg tuvo todas estas preguntas en mente cuando creó su Tiburón, que casi sin buscarlo se ha convertido en una de las películas más recordadas no solo del cine de terror, sino de la historia del cine. Y es que el director logró que cada espectador sintiera el terror de entrar al mar y tener que enfrentarse a este perverso animal con sed de sangre. Como ha afirmado la crítica, la película funciona porque el terror, el miedo que produce, es real. Y esa es la clave del éxito de esta película que envejece cada vez mejor, como un buen vino.
Richard Donner unió con inteligencia dos mundos aparentemente contrapuestos: la más tierna infancia y lo demoníaco. Lo hizo en La profecía, una película que le debe todo al talento de su pequeño actor, Harvey Stephens, que logró generar en torno a su pequeña y débil figura de niño todo un ambiente tétrico. La trama es perfecta: tras la pérdida de su hijo al poco de nacer, Robert adopta un huérfano con el que sustituye a su vástago sin que Katherine, su mujer, lo sepa. Desde ese momento, en torno a sus vidas comienzan a ocurrir sucesos extraños y cada vez más macabros. Con ayuda de un sacerdote y un fotógrafo, el padre adoptivo descubre que el niño adoptado es la encarnación del anticristo. Y que tiene un destino: acabar con todo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario