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La actriz ideal del gran Hitchcock
Pero sus primeros papeles, en sí mismos, son casi calcos de su vida. Modelo en Nueva York, es famosa entre los fotógrafos por su estricta modestia. Más tarde, en Hollywood, llevó una vida ordenada como joven modelo, colgando fríamente a los columnistas de cotilleos que le preguntaban si dormía desnuda o en pijama (recordemos el humor de la respuesta de Marilyn...). Es el género de señorita exquisita y distinguida, como se decía en su época. Digna hija de la puritana Filadelfia.
La actriz ideal del gran Hitchcock
Pero sus primeros papeles, en sí mismos, son casi calcos de su vida. Modelo en Nueva York, es famosa entre los fotógrafos por su estricta modestia. Más tarde, en Hollywood, llevó una vida ordenada como joven modelo, colgando fríamente a los columnistas de cotilleos que le preguntaban si dormía desnuda o en pijama (recordemos el humor de la respuesta de Marilyn...). Es el género de señorita exquisita y distinguida, como se decía en su época. Digna hija de la puritana Filadelfia.
Su primer papel importante en la pantalla fue el de una joven cuáquera puritana y no violenta, junto a Gary Cooper, en la famosísima Solo ante el peligro (High Noon, 1952), de Fred Zinnemann. Distante, altiva, reservada. Pero que, de repente, estalla, al final, por un loco amor. La belleza fría esconde bien su juego, Hitchcock no tarda en detectarla. Sobre todo porque en Mogambo (1953), de John Ford, es la rival de su exacta antagonista, la morena, descarada y agresiva Ava Gardner, con Clark Gable. El más apasionado, el más peligroso no es el que crees.
Hitchcock está decidido: ella será la protagonista de su próxima película. Insiste, en contra del consejo de los productores. “Es un pescado frío, me dijeron. No me molesté en responder. Nunca me he dejado engañar por esta belleza glacial…” Y Grace Kelly ocupa su lugar en la larga lista de rubias y frías heroínas hitchcockianas, las Joan Fontaine, Ingrid Bergman, Eva Marie Saint, Kim Novak, Tippi Hedren. Mejor: será, a los ojos del propio maestro, la única y auténtica encarnación de su ideal de actriz.
Grace Kelly y Clark Gable en Mogambo (1953) |
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