martes, 28 de febrero de 2023

Mujeres de cine: Silvana Mangano (I)

Silvana Mangano nació el 21 de abril de 1930, en Roma, (Italia) y falleció el 16 de diciembre de 1989, en Madrid. 
Se formó como bailarina y se ayudó económicamente como modelo. Estrella del neorrealismo cinematográfico italiano y mito erótico de los años  1950. Silvana Mangano en Arroz amargo (Riso amaro) con sus torneadas piernas enfangadas en un arrozal, la imagen que encandiló a millones de italianos en 1949. Era el de aquella película un erotismo sin glamur, proletario, pero por ello mucho más cercano y realista: cabía pensar que incluso en los duros ambientes laborales, como el de las largas jornadas agrícolas, podía destaparse la fuente de la sensualidad. En la que tuvo como compañero a Vittorio Gassman. Mangano y Gassman volverían a trabajar juntos en El lobo de la Sila (Il lupo della Sila, 1949). Con esta interpretación se encumbró una actriz salida de los concursos de belleza, trampolín habitual para las chicas transalpinas que aspiraban al estrellato. Silvana ganó el concurso de Miss Roma de 1946. En 1947, fue una de las chicas del concurso Miss Italia, certamen que ganó la futura actriz Lucia Bosè.  En él, además de Mangano, participaron algunas otras estrellas futuras del cine italiano como Gina Lollobrigida, Gianna Maria Canale y Eleonora Rossi Drago, si bien esta última fué descalificada porque estaba casada y era madre, lo cual incumplía las normas del certamen. Sería tres años después cuando el director Giuseppe de Santis la seleccionaría para protagonizar Arroz amargo. Silvana contaba 19 años. Al poco tiempo contraería matrimonio con el productor de la misma, Dino de Laurentiis que la llevaría a Hollywood. 
Silvana Mangano en Arroz amargo (1949)
En 1950, Silvana Mangano trabajó junto a Amedeo Nazzari en El bandido calabrés (Il brigante Musolino), de Mario Camerini. Esta película la hizo famosa internacionalmente: Mangano fué comparada con Rita Hayworth y recibió ofertas para mudarse a Hollywood. En la meca del cine la Mangano alcanzó la fama definitiva. Rodó Ulises (Ulisse, 1954), dirigida por Mario Camerini y volvió a Italia convertida en una estrella internacional. Aunque nunca llegó a la altura de sus contemporáneas Sophia Loren y Gina Lollobrigida, Mangano fué unas de las estrellas favoritas entre los años 1950 y 1970. Apareció en películas italianas como: Ana (Anna, 1951), de Alberto Lattuada; El oro de Nápoles (L'oro di Napoli, 1954), de Vittorio De Sica; Mambo (1954), de Robert Rossen; Il disco volante (1964), de Tinto Brass; Teorema (1968), de Pier Paolo Pasolini y Muerte en Venecia (Morte a Venezia, 1971), de Luchino Visconti.
Silvana Mangano en El oro de Napoles (1954)
Con Pasolini y Visconti trabajó más veces: con el primero, en Edipo, el hijo de la fortuna (Edipo re, 1967) y El Decamerón (Il Decameron, 1971) y con el segundo, en Luis II de Baviera, el rey loco (Ludwig, 1973) y Confidencias (Gruppo di famiglia in un interno, 1974), Ya en 1967 ambos directores habían colaborado con Silvana Mangano en Las brujas (Le streghe), una película colectiva formada por cinco cortometrajes que el productor De Laurentiis había pensado expresamente para ella. Los restantes directores fueron Vittorio de Sica, Mauro Bolognini y Franco Rossi.
(cont.)

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