jueves, 30 de marzo de 2023

Biografías de cine: Frank Borzage (I)

Frank Borzage
Había trabajado como actor de teatro y cine  antes de dirigir su primera película en
1916. Llegó a convertirse en uno de los directores de mayor éxito de finales del cine mudo y comienzos del sonoro. Aunque sus películas de este período son esencialmente melodramas románticos que rara vez muestran respeto por los límites de la realidad, frecuentemente revelan una profunda comprensión de los esfuerzos del ser humano por sobrevivir en un mundo materialista. 
El núcleo de las películas de Frank Borzage (1893-1962) suele estar constituido por una pareja de amantes, bañados en luz, superando las adversidades de su tiempo y salvados por la inocencia de un amor puro. Desde esta perspectiva no resulta sorprendente que las mejores películas de Borzage fuesen realizadas en los años 1930, en los que sus enamorados se veían amenazados o bien por la Gran Depresión del 1929, Fueros humanos (Man's Castle, 1933), Mannequin (19379, o bien el crecimiento del fascismo en Europa, ¿Y ahora qué? (Little Man, What Now, 1934), Tres camaradas (Three Comrades, 1938) o, ya a comienzos de los años 1940, The Moral Storn (1940). Pero, aunque éstas son sus películas más logradas, otras dos pertenecientes a décadas distintas son fundamentales para descubrir y comprender su genio: El séptimo cielo (The Seventh Heaven, 1927) y Moonrise (1948). 
El séptimo cielo le valió uno de los primeros Oscar a la mejor dirección. La película se basa en la obra de 1922 Seventh Heaven, de Austin Strong. Se trata de un melodrama mudo, que resume a la perfección dicho género. Sus protagonistas, Chico (Charles Farrell) y Diane (Janet Gaynor) son seres de una solo dimensión, pues su existencia se basa únicamente en el amor que siente el uno por el otro. En cuanto se encuentran y enamoran, Borzage los saca del abismo (Chico trabaja en las alcantarillas y Diane es una vagabunda) y los eleva a las alturas mediante un impresionante plano rodado con grúa que termina en la pequeña buhardilla de Chico, situada encima de un bloque de viviendas parisino. Esa buhardilla, con el cielo de lleno de estrellas como techo, es el "séptimo cielo" para la pareja. Obligados a separarse por la I Guerra Mundial, se sienten físicamente unidos cuando piensan el uno en el otro en un determinado momento del día. Pero Chico cae herido y muere en brazos de un sacerdote. Diane recibe la noticia de su muerte el mismo día en que se firma el armisticio. Se desmaya de la impresión y, justo en ese momento, Borzage pasa a un plano de Chico milagrosamente vivo que avanza con esfuerzo entre la multitud para reunirse con ella. Por fin llega junto a Diane y se abrazan. Borzage, sin ofrecer ninguna explicación, deja a los personajes unidos por el amor, renunciando así a toda lógica narrativa (se ha visto a Chico morir) en favor de la imagen de un amor trascendente que sobrevive a la propia muerte.
Fueros humanos es una adaptación de la obra de Lawrence Hazard dirigida por el maestro Frank Borzage en apenas 75 minutos de metraje. La película tuvo problemas con la censura, ya que se estrenó justo cuando entraba en vigor el código Hayes, que impedía mostrar un embarazo fuera del matrimonio, con lo que algunas partes de su argumento tuvieron que ser notablemente modificadas, notándose en exceso en su resultado final.
Spencer Tracy y Loretta Young en Fueros humanos (1933)
Tres camaradas es una delicia de película, situada en la Alemania de entreguerras, que sigue a tres amigos, camaradas del alma, encandilados por la misma mujer, que acabará siendo la prometida de uno y amiga del resto. La crispación del ambiente político, las dificultades laborales y una enfermedad fatal afectarán a sus vidas. Frank Borzage, el cineasta romántico por excelencia, contó con el único guión acreditado de otro romántico, el novelista Francis Scott Fitzgerald, que adaptó la novela de Erich Maria Remarque. El resultado transmite emoción por todos sus poros, en un feliz logro por conjugar reflexión, comedia, tragedia, y todo ello bañado por el amor. Nunca estuvo más encantadora Margaret Sullavan, y los tres amigos del título, Robert Taylor, Franchot Tone y Robert Young componen a las mil maravillas los rasgos de sus personajes.
Robert Taylor, Robert Young y Franchot Tone en Tres camaradas (1938)
(cont.)

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