lunes, 27 de marzo de 2023

Biografías de cine: James Dean (VIII)

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Rebelde sin causa
(Rebel Without a Cause, 1955) fue un fenómeno parecido, pues toda la película parece estar al servicio de Dean, desde la pose fetal de antes de los títulos de crédito hasta su angustia en la escena en la que cuenta a la policía que había sacado las balas de la pistola de Plato. Su apariencia es la de una historia contemporánea, pero en el fondo, Rebelde sin causa tiene mucho que ver con el romanticismo decimonónico. 
En ella, Dean parece en todo momento mucho más consciente de lo que realmente esta ocurriendo que sus padres, sus profesores, la policía o sus compañeros. Podía tratarse de un ser procedente del pasado o de alguno de los remotos planetas que contempla en el ominoso teatro del espacio. Conoce sentimientos a los que la sociedad californiana que la película retrata parece ser insensible, lo que confiere el dolor y privilegio de un poeta... o de un director de cine.
Jean Backus el actor que encarnó al padre de Dean en Rebelde sin causa, le contó lo siguiente a la revista Variety: "Fue la primera vez en la historia del cine que un chico de 24 años que sólo había interpretado otra película antes, se vió convertido en prácticamente el co-director de la película". 
Fotograma de Rebelde sin causa (1955)
Años después de realizar Gigante, George Stevens se lamentó de no haber dado a Dean mayor libertad. Hay una escena concreta que Dean hubiese querido modificar, aquella en la que llega al rancho Reata y le ofrecen beber algo. Dean quería que su personaje, Jett Rink, sacase su propia botella para no tener que estarle agradecido a nadie. Se trataba uno de los recursos o improvisaciones típicos de Dean, pero también de una muestra de que tenía ideas propias, de que deseaba usurpar el puesto de director y de que estaba planteándose ya dirigir sus propias películas. 
Sal Mineo y James Dean en Rebelde sin causa (1955)
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