El resplandor (The Shining, 1980), de Stanley Kubrick
Jack Torrance se traslada con su mujer y su hijo de siete años al impresionante hotel Overlook, en Colorado, para encargarse del mantenimiento de las instalaciones durante la temporada invernal, época en la que permanece cerrado y aislado por la nieve. Su objetivo es encontrar paz y sosiego para escribir una novela. Sin embargo, poco después de su llegada al hotel, al mismo tiempo que Jack empieza a padecer inquietantes trastornos de personalidad, se suceden extraños y espeluznantes fenómenos paranormales.
Kubrick se propuso rodar los vericuetos de una esquizofrenia maníaca, asomarse a los abismos interiores de una mente perturbada, y a fe que lo logró. El relato de Stephen King fue trasladado a la pantalla con una narración inquietante, por momentos angustiosa. El poder de la imagen del maestro neoyorquino consiguió, además de una atmósfera opresiva, algunas de las escenas más impactantes del cine de terror de las últimas décadas.
Tras los mediocres resultados económicos obtenidos por "Barry Lyndon", Stanley Kubrick se decidió por la adaptación de una novela de terror de un especialista en el género, Stephen King. La Warner puso en sus manos 16 millones de euros para un rodaje que estuvo lleno de complicaciones y que duró casi un año. El resultado fue un filme que el público mayoritario encontró fascinante y aterrador. Sin embargo, la acogida crítica fue fría al considerar que un genio como Kubrick no podía realizar una simple película de terror. Sin embargo, el tiempo dejó la cinta en el lugar que se merecía: como una obra maestra y todo un clásico del cine de miedo. Una curiosidad: la habitación embrujada prevista por el guion, la 217, tuvo que ser cambiada por la inexistente 237, ya que el propietario del hotel donde se rodó la película no quería que sus clientes tuvieran reparos en alojarse en la misma.
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