Con un físico despampanante, debilidad por los diamantes y una solidaridad incansable marcaron a este prodigio del séptimo arte que supo vivir a la altura de su leyenda, nos estamos refiriendo a Elizabeth Raymon Taylor, también conocida como Liz Taylor, nacida en Hampstead, Londres, el 27 de febrero de 1932.
Comenzó su carrera como actriz infantil a principios de la década de 1940. Su primer papel en el cine fue en There's One Born Every Minute (1942) —para los estudios Universal Pictures—, junto a Hugh Herbert. Fue una de las estrellas más populares del cine clásico de Hollywood en la década de 1950. Consolidó su carrera con éxitos como: El coraje de Lassie (Courage of Lassie, 1946); Mujercitas (Little Women, 1949); El padre de la novia (Father of the Bride, 1950), con Spencer Tracy; Un lugar en el sol (A Place in the Sun, 1951), con Montgomery Clift; Ivanhoe (1952), con Robert Taylor, Joan Fontaine y George Sanders; Rapsodia (Rhapsody, 1954), con Vittorio Gasman; Beau Brummell (1954), con Stewart Granger; La senda de los elefantes (Elephant Walk, 1954), Dana Andrews.
Montgomery Clift y Elizabeth Taylor en Un lugar en el sol (1951) |
Paul Newman y Elizabeth Taylor en La gata sobre el tejado de zinc (1958) |
Otro de sus grande éxitos fue De repente, el último verano (Suddenly, Last Summer, 1959), dirigida por Joseph L. Mankiewicz, con Katharine Hepburn y, de nuevo, con Montgomery Clift. Adaptación de la obra teatral homónima de Tenessee Williams. Le supuso otra nueva nominación a los premios Oscar como mejor actriz.
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