(cont.)
Una vez superada la década de 1930, comenzó a declinar la reputación de Borzage dentro de Hollywood. La delicadeza y patetismo de us emocionantes descripciones del poder del amor no encajaban ya con el cine, mucho más agresivo y realista, surgido de la II Guerra Mundial. No obstante, sus posteriores películas no deben hacer olvidar sus vigorosas expresiones de romanticismo en unos momentos en los que la pobreza y la opresión eran la norma.
Spencer Tracy y Joan Crawford en Maniquí (1937) |
Sus problemas personales lo apartarán progresivamente de los grandes estudios, por lo que terminó realizando películas de serie B, La gran pasión (Te he querido siempre) (I've Always Loved You, 1946), historia de amor entre un tiránico director de orquesta y una pianista, que es alumna suya, con colores oníricos, se inscribe en la tonalidad sentimental que Borzage privilegió siempre. Moonrise (1948) asociará esta sensibilidad con el universo criminal y opresivo del cine negro.
A finales de los años 1950, Frank Borzage puso el broche a su carrera con dos películas: Muñeca de porcelana (China Doll, 1958), inusual propuesta del siempre imaginativo Frank Borzage, que mezcla comedia con elementos de melodrama; y El gran pescador (1959), que recreaba brillantemente un episodio bíblico.
Victor Mature, Danny Chang y Li Hua Li en Muñeca de porcelana (1958) |
En 1962 falleció en Hollywood debido a un cáncer; está enterrado en el Forest Lawn Memorial Park Cemetery de Glendale (California).
No hay comentarios:
Publicar un comentario