Muertos y enterrados (Dead & Buried, 1981), de Gary Sherman
En la pequeña y tranquila población de Potters Bluff ocurren una serie de extraños fallecimientos. Los muertos son forasteros, y todos ellos presentan señales de violencia. Dan, el comisario, investiga estos sucesos casi en solitario, ya que el forense, que podría aportar alguna pista sobre el caso, se entrega más a la tarea de reconstruir los cuerpos que a la de buscar las pruebas que el investigador necesita. Extraño y muy inquietante relato terrorífico, acerca de la clásica leyenda vudú de los cadáveres transformados por la intervención de un demiurgo. Gary Sherman ( que dirigió Poltergeist III) fue el realizador de esta cinta que incide en la estética de la muerte, poco explotada por el género. Sherman, además, contó con la inestimable colaboración de los mismos guionistas de Alien, Dan O'Bannon y Ronald Shusett. La película tuvo también un atractivo reparto encabezado por actores secundarios de peso como James Farentino, Melody Anderson y Jack Albertson; además de la participación, en un papel secundario, del actor que luego encarnó al sanguinario Freddy Krueger: Robert Englund.
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