miércoles, 31 de mayo de 2023

Peter Lorre, un genio en apuros para (re)descubrir (I)

M, el vampiro de Düsseldorf (M, 1931) se quedó tanto con él que luego se destacó en los papeles de villanos.
"Para imitarme, todo lo que necesitas son dos huevos duros y una voz suave". Así se entretuvo Peter Lorre describiendo los elementos llamativos de su singular presencia. ¿Huevos duros? Sí, para los ojos: demasiado redondos, demasiado brillantes, demasiado pálidos, ruborizados con un rostro de facciones inciertas, tan tenues y tan expresivos que se han vuelto inolvidables... Tanto como esa voz extrañamente suave, que parecía ocultar mil bajezas, como terciopelo sobre un cadáver.
El destino de Peter Lorre, cuyo verdadero nombre es László Loewenstein, nacido Rózsahegy, del Imperio austrohúngaro, 26 de junio de 1904, está tan ligado al triunfo de M, el vampiro de Düsseldorf como al del Partido Nazi. Tras esta gran película, el actor de teatro afincado en Berlín, amigo y colaborador de Bertolt Brecht, se dedica ahora al cine. Y tras la subida al poder de Hitler en 1933, el ciudadano judío y simpatizante de la izquierda se exilió para siempre.
¿Quién mejor que él podría interpretar toda la gama de villanos del cine? Traidores, cobardes, embaucadores, sinvergüenzas, chiflados, psicópatas: tal fue su gloria y su condena, cuando Fritz Lang decidió, en 1931, ofrecerle el papel principal, mítico y torturado, en su monumental película: M, el vampiro de Düsseldorf, un asesino de niñas tiene atemorizada a toda la ciudad de Berlín. La policía lo busca frenética y desesperadamente, deteniendo a cualquier persona mínimamente sospechosa. Por su parte, los jefes del hampa, furiosos por las redadas que están sufriendo por culpa del asesino, deciden buscarlo ellos mismos. Criminal devorado a su vez por una sociedad alemana a punto de caer en una pesadilla. Era la penúltima película de Lang dirigida en Alemania, y el realizador siempre la consideró su mejor trabajo allí.​ M, el vampiro de Düsseldorf fue una de las primeras películas en emplear fuertemente un leitmotiv. Se considera que inicia las formas que, posteriormente, serían desarrolladas por el llamado cine negro; entre otras, el uso del fuera de campo, para lo que utiliza de manera muy eficaz la música.
Peter Lorre en M, el vampiro de Düsseldorf (1931)
Debido a su origen judío, huyó de Alemania tras las elecciones de 1933, que dieron el triunfo a los nazis, y viajó primero a París y luego a Londres, donde llegó su siguiente éxito de la mano de Alfred Hitchcock, del que se hizo amigo personal. Participó en la primera versión que hizo el director de El hombre que sabía demasiado (The Man Who Knew Too Much), en 1934, rodada en inglés, a pesar de las limitaciones de Lorre con este idioma. Durante el rodaje de la película conoció a la actriz Celia Lovsky, con quien se casó.
Peter Lorre y Leslie Banks en El hombre que sabía demasiado (1934)
Mientras, en la Alemania nazi, el régimen utilizó su imagen promocional de M, el vampiro de Düsseldorf, para un cartel de propaganda incitando al odio antisemita.
En julio de 1934 fue contratado por la productora Columbia Pictures para interpretar al científico loco en la Las manos de Orlac (Mad Love AKA The Hands of Orlac, 1935), pero se pasó a la productora 20th Century Fox porque se sintió encasillado en sus roles, sentimiento que le persiguió durante toda su carrera como actor. 
Peter Lorre en Las manos de Orlac (1935)
Tras sus primeros escarceos cinematográficos en Hollywood, interpretó una serie de películas muy populares, las de Mr. Moto, un detective japonés que resolvía misterios en el exótico Oriente, basadas en las novelas del escritor John P. Marquand: Gracias, Mr. Moto (Thank You, Mr. Moto, 1937), El misterioso Mr. Moto (Think Fast, Mr. Moto, 1937), Mr. Moto se arriesga (Mr. Moto Takes a Chance, 1938), La jugada de Mr. Moto (Mr. Moto's Gamble, 1938), Mr. Moto en fuga (Mysterious Mr. Moto, 1938), El último mensaje del Sr. Moto (Mr. Moto's Last Warning, 1939), Mr. Moto de incógnito (Mr. Moto in Danger Island, 1939) y Mr. Moto de vacaciones (Mr. Moto Takes a Vacation, 1939). 
(cont.)

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