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Durante el año 1947 rueda tres películas:
- Pasión en la selva (The Macomber Affair), de Zoltan Korda. Aventuras en el continente africano según la historia corta The Short Happy Life of Francis Macomber, escrita por Ernest Hemingway. En ella, un guía de safaris de Kenia (Gregory Peck, en ocasiones algo despistado) se ve inmerso en un extraño accidente de caza donde una mujer (Joan Bennett) ha disparado contra su esposo (Robert Preston, que 35 años después conseguiría el papel de su vida en Víctor o Victoria). La película se rodó en México, y para ambientar las escenas de África se utilizaron imágenes de archivo. Además, se cambió el final de la novela.
- La barrera invisible (Gentleman's Agreement), de Elia Kazan. Una vez terminada la guerra, y salvando las trabas de un tema tan espinoso teniendo en cuenta la masacre de los judíos, el productor Darryl F. Zanuck se arriesgó con una adaptación de la novela de Laura Z. Hobson que narraba la historia de un periodista que decía ser de esta comunidad para descubrir el antisemitismo latente que rodeaba al pueblo norteamericano. La película tuvo una inmensa campaña publicitaria de cara a los premios de la Academia, con críticas tan entusiastas como las de la columnista Elsa Maxwell que llegó a calificarla como: "La película más honesta jamás vista". Por supuesto, todo ello le salió redondo a la 20th Century Fox ya que su esfuerzo fue recompensado con estatuillas a la mejor película, director, actriz secundaria (Celeste Holm); además de nominaciones para Gregory Peck y Dorothy McGuire como actores principales, Moss Hart como mejor guión, Anne Revere como actriz secundaria y montaje para Harmon Jones.
- El proceso Paradine (The Paradine Case), de Alfred Hitchcock. Un joven y apuesto abogado recibe el encargo de defender a una mujer acusada de haber asesinado a su marido ciego. El defensor terminará enamorándose de ella. La situación no es fácil para ninguno de los dos. Las pruebas de la culpabilidad de la mujer son muy evidentes y la ética profesional del letrado puede quedar en entredicho. Adaptación de una novela de Robert Hichens en la que "el mago del suspense" profundiza en un tema espinoso, como es la posible corrupción por amor. El reparto de la película es de primera, además de Gregory Peck, Ann Todd, Charles Laughton, Charles Coburn, Ethel Barrymore (nominada al Oscar como mejor actriz secundaria), Louis Jourdan, Alida Valli, Leo G. Carroll, Joan Tetzel, Isobel Elsom.
Al año siguiente protagoniza Cielo amarillo (Yellow Sky, 1948), dirigida por William A. Wellman. Una banda de ladrones halla refugio junto a un buscador de oro y su nieta. Contra pronóstico, el líder del grupo (fantástico Gregory Peck) se enamora de la chica. De modo que sus planteamientos vitales dan un giro, mientras los otros bandidos empiezan a cuestionar su liderazgo. Las cosas se complican, porque la ley persigue a esos hombres. Se trata de uno de los mejores trabajos de William A. Wellman, con maravillosa fotografía en blanco y negro de lo que parece una ciudad espectral. El ritmo de la cinta no decae ni en una sola de sus escenas y, además, se permite reflexionar también sobre algunos de los deseos más inherentes del ser humano: dinero, sexo , amor y aceptación. Encontramos a Richard Widmark, en uno de esos papeles de psicópata asesino que marcaron el inicio de su carrera.
En 1949, protagonizará El gran pecador (The Great Sinner), de Robert Siodmak. Su acción tiene lugar en el siglo XIX, cuando un escritor acaba transformándose en un jugador compulsivo poniendo en peligro toda su existencia. En su rodaje, sobresale la dirección artística de Cedric Gibbons y Hans Peters sobre todo en lo que a la recreación del casino se refiere. Robert Siodmak ofrece una narración ágil y melancólica según un guión original que toma como base la novela de Fiodor Dostoesvski, El jugador. Si bien el público decidió que la película era demasiado oscura y lánguida, la crítica alabó el riesgo de la productora en una cinta de estas características. Una de las bazas la constituye su espectacular reparto encabezado por Gregory Peck y Ava Gardner, que volverían a ser amantes en Las nieves del Kilimanjaro (1952). Además de ellos destaca: Walter Huston, inolvidable cuando se juega las joyas de la familia.
De ese mismo año es Almas en la hoguera (Twelve O'Clock High, 1949), de Henry King. Durante la Segunda Guerra Mundial, el general Savage sustituye en el mando al comandante de un escuadrón que ha sufrido muchas bajas. Su misión consiste en realizar ataques aéreos sobre Alemania. Su principal prioridad consiste en subir la moral de sus hombres, completamente reacios a todas sus indicaciones. A pesar de su rebeldía, su actitud cambia a medida que se dan cuenta de que tiene razón en todo lo que dice y que, gracias a ello, comienzan a lograr éxitos que anteriormente eran impensables. Sin embargo, el escuadrón está sometido a una tensión continua, por lo que el general termina fatigado y sometido a constantes situaciones límites. Gregory Peck es el protagonista de esta lograda cinta de acción sobre los bombardeos durante la Segunda Guerra Mundial. Le secundan en el reparto grandes actores como el oscarizado Dean Jagger, Hugh Marlowe, Gary Merrill y Millard Mitchell. La visión que se da es heroica, pero a la vez resulta sustancialmente realista en varias secuencias, algo inusual para la época en que está rodada, 1949. Abundan las escenas de contenido humano y dramático sobre las de acción, como suele ser habitual en el género. La puesta en escena resulta especialmente cuidada, y corre a cargo de Henry King, quien posteriormente dirigiría de nuevo a Gregory Peck en películas como El pistolero o Las nieves del Kilimanjaro. Entre sus virtudes destaca su gran imaginación a la hora de mover a los actores.
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