Mientras Maïwenn abre el Festival de Cine de Cannes 2023 con Jeanne du Barry, una mirada retrospectiva a otros destinos femeninos, más o menos trágicos, que han hecho hermosos personajes en la pantalla.
Nada cambia realmente, digan lo que digan... En 1956, el Festival de Cine de Cannes se inauguró con una biografía ficticia y lujosa, dirigida por Jean Delannoy, el personaje era María Antonieta, reina de Francia, Michèle Morgan recibió en lo alto de la escalinata al muy reciente y apuesto Guardián de los Sellos (Ministro de Justicia), un tal François Mitterrand. No estamos seguro de que Éric Dupont-Moretti (el actual Ministro de Justicia) tenga tiempo de ir a Cannes este año. Pero, como la edición de 1956, la de 2023 se estrenará el 16 de mayo con una nueva superproducción histórica, firmada por Maïwenn Le Besco, con ella misma y Johnny Depp: Jeanne du Barry. La historia de la última favorita de Luis XV, guillotinada tras un juicio rápido encabezado por uno de los Reyes del Terror: Fouquier-Tinville Al final, también guillotinado). "Un momento más, Sr. Verdugo", rogó, antes de que la decapitaran...".
¡Es de locos, todas estas recreaciones históricas! Y no ha terminado la cosa: anunciamos, por ejemplo, el final del rodaje de una película donde Mélanie Laurent es María Antonieta y Guillaume Canet, Luis XVI. ¿Le Déluge de Gianluca Jodice abrirá Cannes 2024? A la espera de averiguarlo, una pequeña lista de algunas estrellas de la biografía histórica…
María Antonieta
Ciertamente, estuvo Norma Shearer en Estados Unidos, pero la película María Antonieta (Marie-Antoinette, 1938), de W.S. Van Dyke, se basó libremente en la biografía de 1932 del escritor Stefan Zweig sobre la vida de la reina María Antonieta de Francia. Lana Marconi la interpretó en dos ocasiones bajo la dirección de su marido, Sacha Guitry, Si Versailles m'était conté (1954), Si Paris nous était conté (1956). Pero, durante la primera mitad del siglo XX, la imagen de María Antonieta, vilipendiada por los historiadores del siglo XIX, seguía siendo detestable: se la consideraba coqueta, derrochadora, demasiado apegada a sus orígenes austriacos y, en consecuencia, pobre consejera de un rey, totalmente bajo su influencia… Giro de ciento ochenta grados: se vuelve lúcida y sabia (Diane Kruger en Les Adieux à la reine (2012), de Benoit Jacquot. Su martirio (Ute Lemper en L'Autrichienne (1990), de Pierre Granier-Deferre, historia del proceso y ejecución de María Antonieta.
Aún mejor: desde hace veinte años, se ha puesto de moda. La culpa es de un manga, Rose of Versailles, de Riyoko Ikeda [que Jacques Demy adaptó en la década en 1979 bajo el título de Lady Óscar (Lady Oscar)]: millones de adolescentes japonesas de repente la convirtieron en su ídolo. A esta manifestante, a esta indecorosa, a esta Lady Di la apresaron antes de la carta... En 2006, Sofia Coppola completó la metamorfosis: bajo la apariencia de Kirsten Dunst, María Antonieta se convirtió en una postadolescente rebelde, una influencer que promocionaba macarons Ladurée y zapatillas Converse… ¡Qué destino!
Juana de Arco
Sin duda la poseedora del récord de adaptaciones. Quién no la ha encarnado… Ingrid Bergman en 1948, con Victor Fleming; Jean Seberg (1957), con Otto Preminger; Michèle Morgan (todavía ella y siempre con Jean Delannoy, ay en el segundo episodio de Tres destinos de mujer (Destinées, 1954). E incluso Hedy Lamarr en La historia de la humanidad (The Story of Mankind, 1957), de Irwin Allen… Florence Delay estuvo soberbia en El proceso de Juana de Arco (Procès de Jeanne d'Arc, 1962), de Robert Bresson (1962); Sandrine Bonnaire, inspirada en Juana de Arco I: Las batallas (Jeanne la Pucelle I - Les batailles, 1994) y en su continuación, Juana de Arco II: Las prisiones (Jeanne la Pucelle II - Les prisons, 1994), de Jacques Rivette; Milla Jovovich, histérica en Juana de Arco (The Messenger: The Story of Joan of Arc AKA Jeanne d'Arc, 1999) de Luc Besson y Lise Leplat-Prudhomme, intensa en Juana de Arco (Jeanne AKA Joan of Arc, 2019), de Bruno Dumont. Hemos elegido dos de ellas, que consideramos un poco por encima de todos los demás.
La más famosa: Maria Falconetti en La pasión de Juana de Arco (La Passion de Jeanne d'Arc, 1928), de Carl Theodor Dreyer
En ésta, su última película muda, Carl Theodor Dreyer se centra en su rostro donde ve “huellas de viejos sufrimientos e impulsos autodestructivos”. Lo filma obstinadamente (cuatrocientos planos de los mil quinientos de la película), lo desencuadra, lo sobreexpone (Truffaut hablaba de la "blancura" de Dreyer). Lo convierte en el revelador de esta fe misteriosa e inquebrantable, frente a la pequeñez general. Este rostro infinitamente contemplado domina, se impone, triunfa...
Renée Falconetti en La pasión de Juana de Arco (1928), de Carl Theodor Dreyer |
Filmar a "su" Juana de Arco, financiar su proyecto, ya sea en Rusia o en Francia, ha sido siempre el sueño -incumplido- del cineasta Gleb Panfilov. En 1970, como para desafiar al destino y demostrar los dones de Inna Tchourikova, su esposa, dirigió Debut. A tumba abierta, en cierto modo, ya que es la historia de una actriz especializada en los papeles de “baba yagá” (de una bruja) que un inteligente director (!) elige para para dar vida a Juana… Primera secuencia: un plano general donde los jueces muestran a Juana los instrumentos de tortura que utilizarán para obligarla a negarse a sí misma... De hecho, la película oscila constantemente entre la comedia y la épica. Entre la vida sentimental de la heroína, enamorada de un debilucho, y el rodaje de la película que la revela a sí misma. En este doble papel, Inna Tchourikova -fallecida hace apenas unos meses- está sensacional. La más grande Juana de Arco del cine, con Falconetti.
(cont.)
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