Mujeres de cine: Joan Fontaine (II)

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Durante los años 1950, su éxito decreció un poco, si bien participó en Otelo (The Tragedy of Othello: The Moor of Venice, 1951), de Orson Welles, con el personaje de Page, y en la película de aventuras medievales Ivanhoe (1952), de Richard Thorpe, como Rowena. En 1953 viajó a España para rodar Tres historias de amor (Decameron Nights), de Hugo Fregonese, con Louis Jourdan, de nuevo, y Joan Collins. Comedia medieval extraída de los cuentos del Decamerón de Boccaccio, con un desconcertante componente sexual a cargo de Joan Fontaine y Joan Collins. En su metraje se incluyen cuatro episodios de esta clásica obra de la literatura italiana, algunos con mayor y otros con menor fortuna. Se trata de una coproducción entre Inglaterra y España (a cargo de Cesáreo González) convenientemente recortada en sus partes más impúdicas –relativamente, teniendo en cuenta la inocencia de esos años– cuando se estrenó en algunos países. Hay que decir que Olivia de Havilland, hermana mayor de Fontaine, siguió los pasos de ésta ya que en 1955 rodó otra coproducción hispano-inglesa, La princesa de Éboli.

Empezó a aparecer en la televisión y en el teatro. Así, en 1954 protagonizó en Broadway junto a Anthony Perkins la obra Tea and Sympathy, por la que obtuvo muy buenas críticas. Aún tuvo papeles significativos en el cine, en 1956 participó en el melodrama musical Serenade, junto al tenor Mario Lanza, Vincent Price y la española Sara Montiel y el mismo año en Más allá de la duda de Fritz Lang.

Mario Lanza y Joan Fontaine en Serenade (1956)

También en 1957 rodó una película atípica para el género romántico entonces en boga: Una isla en el sol (Island In The Sun), dirigido por Robert Rossen y donde tuvo por partenaire a un galán de raza negra, el cantante jamaicano Harry Belafonte. Las parejas interraciales eran entonces muy poco comunes en el cine, lo cual pudo explicar el fracaso comercial de esta película. Este tema ganaría presencia en las pantallas diez años después, con Adivina quién viene esta noche, con Sidney Poitier como galán, junto a los veteranos Katharine Hepburn y Spencer Tracy.

Joan Fontaine y Harry Belafonte en Una isla en el sol (1957)

Durante los años 1960, continuó trabajando en el teatro, donde apareció en obras como Vidas privadas, Cactus Flower y la producción austriaca de El león en invierno. Su última película fue Las brujas (The Witches AKA The Devil's Own, 1966), dirigida por Cyril Frankel. Cuando su estrella estaba ya en franca decadencia, Joan Fontaine compró los derechos de la novela The Devil's Own, de Peter Curtis, y se la ofreció a la Hammer con la intención de hacer una película que relanzara su carrera. La actriz pudo incluso elegir al director, un Cyril Frankel con quien había trabajado en el teatro, y dispuso del guionista Nigel Kneale (responsable de uno de los títulos clave del estudio: El experimento del Dr. Quatermass: Sin embargo, la película fracasó en taquilla y significó el último trabajo de su protagonista para el cine, pues desde entonces sólo rodó unos pocos títulos para la TV antes de retirarse definitivamente. Fue candidata a un Emmy por la telenovela Ryan's Hope en 1980. 

Joan Fontaine en Las brujas (1966)

Tiene una estrella en el Paseo de la Fama de Hollywood, concretamente en el 1645 de Vine Street. Joan Fontaine falleció a los 96 años el 15 de diciembre de 2013 en Carmel Highlands (California) debido a causas naturales.