Fiesta salvaje (The Wild Party, 1975), de James Ivory
La película está ambientada en la década de los años treinta, teniendo como foco central de atención para captar el interés del público el entorno artístico hollywoodiense. El argumento gira en torno al papel desempeñado por Jolly Grimm, un hombre que se ha dedicado toda su vida a hacer reír a los demás por medio de sus divertidas y entretenidas actuaciones en una serie de prestigiosas obras llevadas a la gran pantalla. A pesar de su avanzada edad, el egocéntrico intérprete se niega a reconocer que sus días en el séptimo arte están contados y piensa seguir participando en proyectos realmente ambiciosos. Su siguiente largometraje da la sensación de que puede tener un gran éxito entre ciertos espectadores, si bien es cierto que es totalmente consciente de que las películas que carecen de sonido ya no resultan atractivas ni sugerentes para los millones de cinéfilos que hay por todo el planeta. Con la intención de aportar una adecuada campaña publicitaria que garantice una buena repercusión por parte de dicha película, toma la decisión de preparar un suculento envite al que acuden numerosas celebridades a nivel nacional y mundial que le pueden servir de gran ayuda para cumplir su objetivo. Además, el apoyo de Queenie, una compañera de profesión muy hermosa, será fundamental de cara a lograr una compenetración aún mayor entre los actores y el respetable.
Una mirada nostálgica a la meca del cine, inspirada sin disimulo en el escándalo que salpicó a Roscoe 'Fatty' Arbuckle en una de sus fiestas salvajes. Asume el protagonismo el poco conocido James Coco, al que acompaña una radiante Raquel Welch en el papel de su amante.
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