Una mujer obsesionada (Woman Obsessed, 1959), de Henry Hathaway
Mary Sharron es una mujer viuda, madre de un niño, que tiene que sacar adelante su granja, tras la muerte accidental de su marido en un incendio. Recibe la ayuda de Fred Carter, del que acaba enamorándose, y que parece un tipo encantador. Hasta el punto de que se casan. Sin embargo, oscuros traumas del pasado dan pie a arranques violentos con el chaval, lo que produce un distanciamiento entre los esposos
Drama de impecable factura, rodado en technicolor por Henry Hathaway, que adapta una novela de John Mantley. Hay momentos melodramáticos potentes -con los motivos de la nieve, la lluvia e incluso las arenas movedizas-, sobre todo por el contraste entre el tierno amor madre-hijo, y la relación de auténtico odio que se produce entre el chaval y su padrastro.
Excelente trabajo del reparto, especialmente de Susan Hayward, que ganó el Oscar, y del niño prodigio Dennis Holmes, que tiene el papel más difícil, con escenas potentes como aquellas en que se despiertan inesperados instintos asesinos.
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