Mad Max 2. El guerrero de la carretera (Mad Max 2: The Road Warrior, 1981), de George Miller
En un futuro no definido y apocalíptico, las reservas de petróleo se han agotado y la violencia reina en el mundo. Max, un veterano de la seguridad vial, va en ayuda de una comunidad de fugitivos con problemas con los piratas de la carretera. La batalla final se desarrollará en los alrededores de una cisterna de una refinería, un entorno que deberán preparar si quieren salir vivos de esa lucha encarnizada contra los salvajes que no tienen amor ni respeto alguno por la vida humana. Cuando la codicia y la depravación aparecen en un mundo en el que nada importa, la supervivencia será una guerra sin límites.
Inevitable secuela tras el éxito de Mad Max, salvajes de la autopista, la película original de 1979, filmada con muchos más medios que su predecesora (aunque mucho menos salvaje que ésta) cuenta con algunos personajes inolvidables (como el niño con el boomerang) y otros estrafalarios (el amigo volador de Max), así como unas vertiginosas escenas de acción que culminan en la larga secuencia final, cuando Max conduce un camión y es atacado por docenas de psicópatas.
El estilo punk post-apocalíptico de la película popularizó el género en el cine y en la literatura de ficción. También fue un éxito de taquilla, ganando el premio a la mejor película internacional en la ceremonia de los Premios Saturn y logrando nominaciones a mejor director para Miller; mejor actor para Gibson; mejor actor de reparto para Bruce Spence; mejor guion para Miller, Hayes y Hannant y mejor diseño de vestuario para Norma Moriceau.
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