Las mejores películas de culto de la historia del cine (CCLXXX)

Atmósfera cero (Outland, 1981), de Peter Hyams

Para el mariscal O'Neil, la luna Io de Júpiter no es más que otro sucio pueblo minero en la última frontera de la Humanidad. Cuando se mujer le abandona y se lleva a su hijo, confirma que, aunque haya viajado a millones de kilómetros de la Tierra, su vida sigue sin ir a ninguna parte. Entonces descubre que los mineros están muriendo de maneras extrañas, sufriendo ataques psicóticos que les llevan a caminar por el espacio sin trajes espaciales. Una investigación del doctor Lázaro revela que los mineros están ingiriendo una droga para aumentar su rendimiento en el trabajo, cuyos efectos les inducen ese comportamiento. O'Neil quiere llegar hasta el fondo del asunto y ver quién está detrás de la droga, pero no tarda en ser objeto de un plan de asesinato por parte del jefe de la ciudad, Mark Sheppard, y sus sicarios. El mariscal se convierte en un hombre solo ante el peligro.

Considerada una mezcla entre ciencia-ficción y western, Peter Hyams rueda un título claustrofóbico donde los personajes viven entre la oscuridad de la mina y el miedo a la extraña amenaza. Sólo un héroe será capaz de investigar lo que pasa en medio de un clima de inseguridad y angustia. Ese héroe está encarnado por Sean Connery. Buenos momentos de suspense y acción que recuerdan a la saga Alien, tan de moda por aquellos años, y aparece también un secundario de la talla de Peter Boyle.