Diez películas donde, de repente, es el ciervo... (II)

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6. La reina (The Queen, 2006), de Stephen Frears

Puede que sea la Reina de Inglaterra, pero tiene dudas. El período es difícil para Su Majestad: a fines del verano de 1997, su nuera, Lady Di, acaba de morir, el país está al borde de los disturbios y políticos muy jóvenes con dientes largos se han apoderado del 10 Downing Street. En su residencia escocesa del castillo de Balmoral, Elisabeth ya no entiende nada y se encierra en un silencio real. En medio de una carrera, sale a tomar aire fresco y se encuentra con la mirada de un ciervo en la niebla de la mañana. Esta visión la inspira: su decisión está tomada, ella le hablará a su gente. Pero también ha entendido algo trágico: su mundo se acaba de derrumbar.

7. Un profeta (Un prophète, 2009), de Jacques Audiard

¿Cómo un huelguista encarcelado durante seis años se convierte en jefe? ¡Al cruzar un ciervo, por supuesto! Fue durante un permiso supervisado que Malik, embarcado por bandidos corsos con intenciones deshonestas, tuvo el presentimiento de una colisión con la bestia. El accidente se evita por poco y Malik se convertirá en el "profeta" que los demás comenzarán a temer.

8. Essential Killing (2010), de Jerzy Skolimowski

Perseguido por soldados estadounidenses, un talibán huye al desierto y luego a la inmensidad nevada de un país del Este. Primero un depredador, se ha convertido en una presa enloquecida. La animalidad está en el corazón de la película de Skolimowski, una persecución brutal pero también poética y estilizada. El fugitivo debe matar para sobrevivir, para vestirse, para alimentarse. Pero ante un ciervo que aparece de repente a pocos metros de él, renuncia a la violencia, al brevísimo espacio de una súbita conciencia. No perturbéis el orden de este mundo virgen y puro, aunque sea una sola vez, para intentar...

9. El año más violento (A Most Violent Year, 2014), de J. C. Chandor

Cuando su coche choca contra un ciervo, su vida cambia. Abel no logra acabar con la bestia que sufre. Siempre se negó a usar la fuerza, pero la violencia del mundo le explotó en la cara, como su inadaptación. El encuentro con el animal salvaje sella su trágico destino. Es su esposa quien toma el asunto en sus propias manos al matar al ciervo moribundo. Y cualquier esperanza de un mundo mejor para su esposo, al mismo tiempo.

10. La próxima vez apuntaré al corazón (La prochaine fois je viserai le coeur, 2014), de Cédric Anger

Hay algo fascinante en el asesino en serie interpretado por Guillaume Canet: a la vez cerebral y bestial, parece tan asustado como su presa. Policía de profesión, desprecia a sus compañeros que no consiguen arrinconarle... Cédric Anger tiñe su thriller de oscuro romanticismo. Nos asfixiamos, con este psicópata, encerrados en los autos donde captura a sus víctimas. Un día, lleva a su equipo al bosque para escuchar el bramido de los ciervos. Momento de paz casi onírico donde el asesino trata de vaciarse, de soltar la soga que lo aprisiona. Posteriormente, su descenso a los infiernos puede terminar.