Con motivo del reestreno en salas y con nuevas copias de todos los largometrajes del provocador danés, hemos tratado de catalogarlos. Una ardua tarea para un cineasta que divide como ningún otro...
Se trata de una invitación a recordar la extraordinaria obra del cineasta danés. Incluso si cualquier intento de clasificar sus películas es un dolor de cabeza... Pocos directores han causado tanto desacuerdo dentro de los críticos - Lars von Trier probablemente tiene el récord de "a Favor/Contra", los adoradores del ayer, a veces, se convierten en odiadores de hoy, y viceversa. Hay que decir que, en casi cuarenta años de carrera, el alborotador ha hecho todo lo posible para ser odiado, con un sentido de la provocación llevado muy lejos y con gusto.
1. El elemento del crimen (Forbrydelsens element, 1984)
Fisher, un inspector de policía, regresa a El Cairo después de haber estado investigando un asesinato en Europa. Se encuentra en un estado de confusión que lo lleva a buscar la ayuda de un psicoterapeuta. Su objetivo es intentar reconstruir, por medio de la hipnosis, el crimen a partir de los datos que ha ido recopilando. Es de las primeras películas dirigidas por el realizador danés Lars von Trier sin mencionar que fue la primera en generar un impacto de mayor apreciación por parte de la sociedad.Forma parte de la denominada trilogía europea, a la que siguen Epidemic (1987) y Europa (1991). La historia llena de suspense sobre un detective en busca del criminal está ambientada en una Europa oscura y violenta, y el director rueda con una cuidada realización de planos y fotografía en color sepia.
2. Epidemic (1987)
Un director de cine y su guionista (interpretados por Lars von Trier y Niels Vørsel) escriben un guión para una película sobre una epidemia que se expande por el mundo. Mientras trabajan, no se dan cuenta de que una epidemia real se está propagando a su alrededor. Segunda película de la llamada "trilogía europea" cuyo fin es poner de manifiesto los traumas de Europa. Peculiar película experimental, rodado en blanco y negro en 35 y 16 mm, y con inteligente uso de la obertura del Tanhaussen de Wagner, algunas de sus situaciones kafkianas anticipan lo que sería Europa. De resultado irregular, hay algunos pasajes bellos -el doctor en una imagen en que parece que está volando, aunque en realidad pende de un helicóptero, donde viaja su amada enfermera- y algunas ideas ocurrentes -la enfermera enterrada viva-, junto a otros momentos delirantes -el cura que se preparó para su misión en un par de días, el desenlace en una sesión de hipnosis-, en lo que parece una completa quedada, de ésas a las que tan aficionado es el director danés.
Tras la Segunda Guerra Mundial (1939-1945), Leo Kessler, un joven americano de origen alemán, se traslada a Alemania para trabajar con su tío en una compañía de ferrocarriles. Su trabajo le permitirá viajar, fascinado, por un país destruido por la guerra; pero también tendrá que enfrentarse poco a poco a los horrores de la barbarie nazi. Con sorprendente acabado visual, deudor del expresionismo, donde cautivan la mezcla de color y blanco y negro, o las sobreimpresiones, Von Trier pergeña una historia muy movida de aires kafkianos, que recuerda que en esta vida se hace obligatorio, en un momento u otro, tomar partido. Inolvidable resulta la voz en off inicial de Max von Sydow contando hasta diez para iniciar el viaje a Europa. El director, con su característico estilo de comunicación travieso y petulante afirmó que había diseñado la película "como una obra maestra. Eso lo decidí por adelantado, antes siquiera de empezar a escribirla."
A principios de los años 1970, Bess (Watson), una ingenua joven de un pueblo costero de Escocia, se enamora de Jan (Stellan Skarsgård), un hombre mundano que trabaja en una plataforma petrolífera. A pesar de la oposición de la rígida comunidad puritana a la que pertenece, Bess y Jan se casan. Tras la boda, él vuelve a su trabajo, y ella cuenta los días esperando su vuelta. Bess, una creyente devota, cree que su amor está bendecido por el cielo; pero un día sucede un terrible accidente. Primera película de la trilogía "Corazón dorado" de la que forman parte Idioterne y Dancer in the Dark. Como primera película de von Trier realizada después de su fundación del movimiento Dogme 95, está muy influenciada por el estilo y el espíritu del movimiento, aunque la película rompe varias reglas establecidas por el manifiesto del movimiento.
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