Dos adaptaciones de mangas favoritas de los aficionados

 Si es aficionado del manga o simplemente está buscando algo nuevo para ver, no puede equivocarse con estas adaptaciones de anime favoritas de los fanáticos. 

Jujutsu Kaisen 0: La película (Gekijouban Jujutsu Kaisen 0, 2021), de Park Sung-hoo

Precuela de la serie de anime Jujutsu Kaisen, de enorme éxito sobre todo en Japón, y muy apreciada por los incondicionales de todo lo que venga de este país, sobre todo muy jóvenes. A su vez ésta se basa en el manga de Gege Akutami. La acción transcurre un par de años antes de lo ya conocido. Sigue los pasos de Yuta Okkotsu, personaje que no se menciona hasta el sexto capítulo. Se trata de un estudiante de secundaria, aterrorizado porque ha sido objeto de una maldición, pues le persigue el espíritu maligno de la niña que fue su mejor amiga años atrás, y que murió en un accidente. Aunque este ser le otorga poderes, el chaval ha decidido suicidarse, pero lo impide el chamán Satoru Gojo, que le convence de que se una a la escuela donde da clases, para chicos similares a él, que aprenden allí a controlar su compleja situación y a convertirse en hechiceros. Enseguida intima con Maki Zen’in, Toge Inumaki y Panda, varios de sus nuevos compañeros. Mientras tanto, un alumno expulsado del centro, Suguro Geto, ha concebido un plan para eliminar a los humanos normales, y que el mundo pase a estar habitado sólo por personas con poderes. Se agradece cierto esfuerzo porque la trama resulte inteligible para quienes desconozcan el material original, y se tratan asuntos de interés humano, como el acoso escolar, y las dificultades que se atraviesan en la adolescencia. 

Ataque a los titanes (Shingeki no kyojin: Zenpen, 2015), de Shinji Higuchi

Un siglo atrás, la aparición de los Titanes obligó a la humanidad a esconderse tras enormes muros para no convertirse en alimento de estas criaturas y poder vivir en armonía. Eren, un joven que sueña con el mundo exterior, se embarca en una arriesgada odisea para vengar a la raza humana. Adaptación de carne y hueso del popular manga creado por Hajime Isayama en 2009, todo un superventas en Japón e incluso publicado en España por Norma Editorial. Fue tal el éxito del cómic que antes del estreno de esta película, ya había generado una ficción de anime, diferentes videojuegos y una serie de novelas. La cinta narra cómo Los titanes son zombis gigantescos que deambulan por el exterior de un territorio delimitado por un gran muro, levantado en la última guerra que una humanidad diezmada mantuvo contra esas criaturas. Los titanes no tienen sexo, o por lo menos no tienen órganos de reproducción, a la vista de sus cuerpos macilentos y deformes, únicamente dedicados a engullir a todos los humanos que se les pongan por delante. Los titanes podrían ser la representación inconsciente de los temores de esa sociedad asediada, cerrada sobre sí misma, obsesionada por la disciplina y la organización.Los titanes están construidos a partir de efectos especiales que los hacen aún más extraños y amenazadores, como si se tratara de criaturas aberrantes, a medio camino entre la degradación de los mitos y el declive de la ciencia. Los titanes son criaturas post-humanas, que evolucionan en un entorno post-histórico, en el contexto de un escenario post-político y post-bélico, allá donde las guerras se limitan a escaramuzas y encuentros inadvertidos, irrupciones indiscriminadas de un horror sin nombre y sin explicación. Rodada en una isla minera abandonada bajo la dirección de Shinji Higuchi, la profundidad de la historia obligó a dividir la cinta en dos partes, para deleite de los millones de seguidores de esta épica franquicia.