Lazzaro feliz (Lazzaro felice, 2018), de Alice Rohrwacher
Una película mágica. La bondad humana rebosa en Lazzaro, un joven campesino que vive atrapado en un pueblo aislado del mundo exterior. Cuando sus habitantes logran escapar de ese entorno en el que se dan todo tipo de desigualdades, empieza este cuento de hadas que te hará saltar las lágrimas. Lazzaro, un joven campesino de excepcional bondad, vive en La Inviolata, una aldea que ha permanecido alejada del mundo y es controlada por la Marquesa Alfonsina de Luna. Allí, la vida de los campesinos no ha cambiado nunca, son explotados y, a su vez, abusan de la bondad de Lazzaro. Un verano, se hace amigo de Tancredi, el hijo de la Marquesa. Entre ellos surge una amistad tan preciosa que hará viajar a Lazzaro a través del tiempo y lo llevará a conocer el mundo moderno.
Lazzaro Feliz es la historia de una santidad menor, sin milagros, sin poderes o superpoderes. Sin efectos especiales. Es la virtud de vivir en este mundo sin pensar mal de nadie y simplemente creer en los seres humanos. Porque otro camino es posible, el camino de la bondad, que los hombres siempre han ignorado, pero que siempre reaparece para cuestionarles. Algo que pudo haber sido pero que ni nos atrevimos a desear.
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