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5. La envidia: Parásitos (Gisaengchung, 2019), de Bong Joon-ho
No es bueno mirar a los demás con envidia. Debemos regocijarnos en su felicidad. Finalmente, en el caso de esta familia coreana que se gana la vida a duras penas en una habitación insalubre bajo el nivel del suelo, entendemos el deseo de infiltrarse en la lujosa casa de una familia burguesa, quitándoles uno a uno los trabajos a los sirvientes existentes. Ojo, se va a complicar… pero primero entre los propios pobres.
Parásitos (2019) |
6. La ira: Los miserables (Les misérables, 2019), de Ladj Ly
La ira es a menudo lo que impulsa las películas sobre los suburbios: contra el sistema, los medios de comunicación, la policía... y más precisamente contra el BAC (Brigada de Lucha contra la Delincuencia), en esta película. Uno de los policías, nuevo, comete un error. El desafío es encontrar el vídeo para evitar que la ciudad arda. La ira está ahí, lista para estallar, hacer que todo explote, Ladj Ly la utiliza como una excelente palanca de intensidad narrativa.
Damien Bonnard y Alexis Manenti en Los miserables (2019) |
7. La pereza: Comment c’est loin (2015), de Orelsan
No hay mejores personas que Orelsan y Gringe para interpretar a dos tipos a los que les da pereza empezar a trabajar en su disco de rap, a pesar del ultimátum de su productor, que les da veinticuatro horas para escribir una canción. Una canción. Una sola. No parece insuperable pero viendo el cuerpo, el andar y el fraseo de los dos chicos, entendemos que sí, que es difícil. La vida, de verdad, es muy dura.
Orelsan y Gringe en Comment c'est loin (2015) |
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