No me digas adiós (Goodbye Again, 1961), de Anatole Litvak
Una mujer llamada Paula Tessier es una decoradora parisina de éxito que se ha especializado en interiores. No es muy joven, pero sí que es alegre, divertida y bella. Está casada con Roger, un hombre de su misma edad que no le es muy fiel porque el amor para él es una costumbre, pero ella está profundamente enamorada de él. En el camino de la ejecutiva se cruza un joven amable y sensible llamado Philip Van Der Besh, que se enamora de ella y que está seriamente convencido de que la diferencia de edad no es importante.
Un sentido drama de una mujer que no logra la estabilidad emocional, bastante celebrado en su momento que reunió a un reparto internacional comandado por la sueca Ingrid Bergman, el norteamericano Anthony Perkins (quien ganó el premio al mejor actor en el Festival de Cine de Cannes) y el francés Yves Montand. Se trata de una adaptación del best seller Aimez-vous Brahms?, de Françoise Sagan, que describe el romance entre un joven sensible (en una creación de Tony Perkins muy alejada de su siniestro Norman Bates) y una mujer madura a la que dotó de la sensibilidad y elegancia necesarias la entonces esposa del director Roberto Rossellini. La tercera sinfonía de Brahms puso el 'leit motiv' musical a esta historia triangular, dirigida por Anatole Litvak.
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