Con motivo de la celebración de la noche más aterradora del año, hemos superado la emoción para recordar escenas de películas o series que nos atemorizaron cuando éramos niños o adolescentes... ¡incluso de adultos!
14.- El demonio Bughuul en Sinister (2012), dirigida por Scott Derrickson
Ellison es un escritor especializado en narrar historias criminales verdaderas y que han dejado cabos sueltos. Su objetivo es descubrir la verdad aún oculta de esos casos cerrados. Se comprende, por tanto, que la policía no le vea con buenos ojos, pues es como si pusiera en duda su profesionalidad. Pero hace años que Ellison no tiene un éxito como “Sangre en Kentuky”, el libro que le hizo famoso. Y ahora , junto a su mujer y sus dos hijos se traslada a vivir a una nueva localidad, con el objetivo de escribir una nueva obra que le lleve a lo más alto. Su familia ignora que la casa en donde entran a vivir fue escenario tiempo atrás del asesinato de una familia. Ésa es precisamente la historia que Ellison pretende desvelar... Sentimos una presencia, pero ¿cuál? La investigación avanza, la película nos presenta a un tal Bughuul, un demonio entrenado, si es que es real. Y de repente, el fondo de una fotografía pegada a la pared cobró vida: nuestros gritos eran cuatro veces más estridentes (al menos) que los de los personajes de la pantalla.
Nicholas King y Clara Foley en Sinister (2012) |
13. Los sonidos del bosque en El proyecto de la bruja de Blair (The Blair Witch Project, 1999), de Daniel Myrick y Eduardo Sánchez
Si uno es tan despistado como para ver El proyecto de la bruja de Blair sin tener ni idea de que se trata de una película, puede pensar que está viendo, sencillamente, un documental sobre unos hechos espeluznantes. La película, como si fuera un reportaje al estilo Impacto TV, comienza explicando que en 1994 tres estudiantes de cine desaparecieron en los bosques de Maryland, cuando grababan una película sobre la leyenda de la Bruja de Blair. Sólo se encontró, en el solitario y para algunos maldito bosque, sus objetos personales y las cámaras con cierto material filmado. Y comienza a mostrarse dicho material: ahí hay material rodado para su trabajo, junto a tomas en vídeo de sus vicisitudes diarias. Al principio todo va bien, pero poco a poco, los tres amigos empiezan a experimentar un creciente nerviosismo. Por la noche empiezan a ser testigos de fenómenos extraños. El pánico crece por momentos. En los protagonistas y, cómo no, en el espectador.
Joshua Leonard en El proyecto de la bruja de Blair (1999) |
12. El fantasma verdosos de pelo graso de Dos hermanas (Janghwa, Hongryeon, 2003), de Kim Jee-woon
Inquietante película de miedo, basada en un relato popular en Corea, la leyenda de las jóvenes hermanas Janghwa y Hongryeon, o sea, Rosa y Loto Rojo. la cinta arranca con la vuelta de ambas a la casa familiar, después de haber permanecido una temporada recluidas en una institución psiquiátrica. La relación con su padre y su madrastra no es especialmente buena. Y poco a poco averiguamos que mucho tiene que ver en ello la traumática muerte de la madre, y el hecho de que algo muy parecido a un espectro ande rondando por ahí. Otro título de terror oriental, concretamente coreano, y van ya… ¡hemos perdido la cuenta! Y de nuevo se anuncia que una productora de Hollywood, concretamente DreamWorks, se ha hecho con los derechos para el inevitable remake en inglés. Destaca en la película sobre todo la imaginería, la capacidad del director Kim Ji-woon para crear atmósferas sobrecogedoras, bien apoyado en la fotografía, la dirección artística y la música, ciertamente notables. No falta el final sorprendente, aunque para alcanzarlo hay que atravesar una parsimoniosa hora y media de bastante desconcierto.
Lim Su-Jeong en Dos hermanas (2003) |
11. Jodie Foster contra Buffalo Bill en El silencio de los corderos (The Silence of the Lambs, 1999), de Jonathan Demme
Se busca a un asesino psicópata. ¿Qué mejor ayuda para la agente Clarice que la de un asesino psiquiatra? El doctor Hannibal Lecter está encerrado en una prisión de máxima seguridad, pues tiene la malísima costumbre de comerse a sus víctimas. Una agente novata, Clarice Starling, cuenta con su asesoramiento para detener al criminal "Buffalo Bill", que secuestra y asesina a mujeres jóvenes y rollizas con un propósito muy, muy peculiar. Este inquietante thriller, adaptación de la novela de Thomas Harris, arrasó en taquilla y se llevó los cinco Oscar más importantes (película, director, guión, actor y actriz principales). El silencio de los corderos fue la película que lanzó al estrellato a Anthony Hopkins, hasta entonces poco conocido pese a una trayectoria notable. Jodie Foster preparó su papel consultando con una auténtica agente del FBI, que le habló de la agencia, y de la presencia de la mujer allí.
Jodie Foster en El silencio de los corderos (1999) |
10. La cabeza deforme de tortuga de E. T. el extraterrestre (E.T. the extra-terrestrial, 1982), de Steven Spielberg
Steven Spielberg no sería quien es si no hubiera rodado esta película. Si ya antes había sorprendido con una visión favorable de la vida más allá de la Tierra en Encuentros en la tercera fase, su siguiente película fue directamente a destrozar el mito del marciano con malas pulgas que viene a nuestro planeta para sembrar la destrucción. ¿Qué ocurriría si el extraterrestre más simpático del universo perdiera la nave de vuelta a casa? Esta pregunta dio origen a la película más personal de Steven Spielberg. En el pequeño Elliott, que sufre por la reciente separación de sus padres, y que no tiene amigos de su edad, podemos ver el “alter ego” de Spielberg. También él pasó por el divorcio de sus padres, y era un muchacho solitario, que buscaba refugio en su enorme imaginación. Como el protagonista de E.T., que vive en una casa de una zona residencial y juega con sus muñecos de superhéroes. Pero lo que más anhela es un verdadero amigo y, como explica el director, “dentro de esa existencia en solitario llega un regalo de las estrellas, el mejor amigo que pudiera uno imaginar. Por supuesto, esto es algo que nunca me sucedió a mí, pero es una parte de mis fantasías. Cuando yo tenía 9 años deseaba tener un amigo que viniese de las estrellas y creciera conmigo. Y pienso que, en definitiva, de ese deseo surgió la idea de hacer E.T.”
Henry Thomas en E.T. el extraterrestre (1983) |
9. El rostro de Voldemort en la Harry Potter y la piedra filosofal (Harry Potter and the Philosopher's Stone, 2001), de Chris Columbus
Qué pasa cuando vives con una familia adoptiva, los Dursley, que no te quieren demasiado? Pues puede pasar que empieces a saber quién eres realmente cuando un buen día recibes una carta de Hogwarts, una escuela de magos, que dice haberte admitido en su primer curso. Siempre que haya una lechuza persistente en entregar sus mensajes, y un gigante, el simpático Hagrid, dispuesto a echarte una mano. Una vez que Harry se hace con sus enseres de mago, acude al andén nueve y tres cuartos, y de allí parte rumbo a un mundo nuevo, donde los “profes” son magos, y donde se pueden hacer amigos estupendos como Ron y Hermione, y hasta crearte alguna que otra rivalidad con la casa de Slytherin. La película abunda en situaciones humorísticas (magnífico el sombrero seleccionador), pero también en otras dramáticas (como Harry ante el espejo que devuelve el reflejo de sus padres muertos, cuando Dumbledore le dice que “no conviene atarse a los recuerdos demasiado” sabiendo que las nostalgias paralizantes pueden ser un peligro), o de suspense sin límites (la partida de ajedrez).
Ian Hart y Richard Bremmer en Harry Potter y la piedra filosofal (2001) |
8. El malvado Gremlin en Gremlins (1984), de Joe Dante
En vísperas navideñas, los habitantes de un tranquilo pueblo van a verse asediados por unos destructivos monstruos gamberros. Todo comienza cuando un muchacho recibe como regalo un gracioso animalillo llamado Mowie, con el que sólo hay que respetar tres reglas: no mojarle, no someterle a la luz y, sobre todo, no darle de comer después de media noche. Cuando éstas se incumplen, de su interior comienzan a reproducirse horripilantes gremlins de comportamiento destructivo. Una sucesión de homenajes cinéfilos y bromas de todo tipo, que incluso tiene detalles cínicos como el convertir el gran sueño americano en una excavadora asesina. Exitosa producción de Steven Spielberg que se convirtió en la cuarta película más taquillera de 1984 con 148 millones de dólares de taquilla americana, dando lugar a una secuela mucho más disparatada titulada Gremlins 2: La nueva generación (Gremlins 2: The New Batch, 1990), de nuevo dirigida por Joe Dante.
Gremlins (1984) |
(cont.)
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