Intentar establecer una jerarquía entre las películas salidos del Estudio Ghibli desde su creación en 1985, es algo así como intentar elegir entre Miguel Ángel y Leonardo da Vinci; entre Lennon y McCartney. O, precisamente, entre Hayao Miyazaki e Isao Takahata, los dos grandes maestros de la fábrica de obras maestras animadas made in Japan, que dominan esta clasificación necesariamente subjetiva, necesariamente frustrante, pero pretexto para realizar un paseo siempre asombroso en un bosque luminoso de imágenes que casi todos merecen un empate.
Con motivo del estreno en cines de la nueva película de Hayao Miyazaki, El chico y la garza, confeccionamos una clasificación de las obras del brillante estudio japonés.
1. El viaje de Chihiro (Sen to Chihiro no kamikakushi, 2001), de Hayao Miyazaki
Chihiro, una chica de diez años, está que trina. Resulta que sus padres han decidido que los tres se muden de casa. Camino a su nuevo hogar, se extravían. Al otro lado de un misterioso túnel encuentran un pueblo abandonado, que parece un parque temático. Y en un local descubren, listos para comer, unos platos exquisitos; y los padres de Chihiro se ponen a comer como cerdos. Y… ¡en cerdos se convierten! Es la primera de un montón de peripecias que le toca vivir a Chihiro. Pues ha entrado en un mundo poblado de seres mágicos, que incluye entre otros a la bruja Yubaba, que lo primero que hace es cambiarle el nombre. Para sobrevivir, Chihiro deberá aprender a escoger a sus aliados, y despojarse de los rasgos de niña mimada que le caracterizaban antaño. Obra maestra del cine de animación, debida al genio nipón Hayao Miyazaki. La historia desborda imaginación en todos sus fotogramas, un mundo repleto de extrañas criaturas donde Chihiro es sometida a continuos desafíos. Desde los estudios Ghibli, Miyazaki ha coordinado una labor de animación que combina el dibujo manual con las herramientas informáticas. Pero, una vez más, lo importante es su rico mundo interior, inyectado en una historia perfecta. No es de extrañar que el cineasta japonés inspire a gente como John Lasseter, de Pixar, autor de Toy Story.
2. La tumba de las luciérnagas (Hotaru no Haka, 1988), de Isao Takahata
Setsuko y Seita son dos hermanos japoneses que pierden a su padre luchando en la guerra y a su madre en un ataque aéreo. Entonces buscan el apoyo de otros parientes, pero no tienen éxito, así que sólo se tienen el uno al otro. Los dos hermanos se ven obligados a sobrevivir por su cuenta, buscar alojamiento y comida, y seguir adelante como sea. Película amarga y desesperanzadora de la mano del aclamado director Isao Takahata y de uno de los estudios de animación más grandes del mundo, Ghibli. Los amantes del animé no deben esperarse unos grandes efectos generados por la última tecnología 3D ni nada semejante; se trata de un estilo de dibujo sobrio, sin grandes efectos digitales. Esto es, no solamente porque es una película de 1988, sino también porque lo que importa de la película, por encima de todo, es el argumento. Se trata de una historia de supervivencia que muestra el sufrimiento que genera la guerra en las personas. Su origen es un novela semi-autobiográfica de Akiyuki Nosaka, de reconocido valor educativo.
3. La princesa Mononoke (Mononoke-hime, 1997), de Hayao Miyazaki
Una ciudad del Japón medieval sufre el ataque de un demonio que lo destruye todo a su paso. El joven aunque valiente Ashitaka es el único que se atreve a enfrentarse a él. Uno de los grandes éxitos del 'anime' japonés, dirigido y escrito por el maestro Hayao Miyazaki, el cofundador de Studio Ghibli, cuya obra profesa un profundo amor a naturaleza y a la tradición japonesa, y triunfa tanto entre jóvenes como entre el público adulto. Para dar forma al proyecto, cuyo primer borrador se remonta a 1980, el cineasta contó con cinco directores de fotografía de su estudio de animación, aunque él mismo revisó y corrigió los 80.000 fotogramas clave de la película, en largas sesiones de dibujo que le provocaron una lesión y le hicieron terminar el rodaje con la mano vendada. El resultado -el 'anime' más caro hasta la fecha- conquistó al público, desbancando a E.T., el extraterrestre como película más taquillera de la historia en el país nipón. Dicho honor duró unos meses, hasta el estreno de Titanic, aunque Miyazaki se cobró la venganza con su siguiente largometraje, El viaje de Chihiro, que fulminó el récord de taquilla de la película de James Cameron.
4. El castillo ambulante (Howl no Ugoku Shiro, 2004), de Hayao Miyazaki
Sophie es una joven de 18 años que trabaja sin descanso en una tienda de sombreros desde que quedó huérfana. En una de sus pocas salidas por la ciudad es hechizada por una bruja que la convierte en una anciana de noventa años. La niña-anciana tendrá que buscar al Mago Howl, que viaja en un castillo con piernas por una zona montañosa lejos de su ciudad, porque es la única persona que puede romper el hechizo. En su viaje conocerá personajes fascinantes. Después del enorme éxito de El viaje de Chihiro, el director Hayao Miyazaki decidió reunir otra vez al equipo que hizo posible la primera para poner la magia de la novela de Diana Wynne Jone en el celuloide. Y así lo hizo: consiguió realizar una maravilla visual que asombró a la mismísima escritora, que tuvo ocasión de verla en un pase privado antes del estreno en cines. Además cabe destacar la música de Joe Hisaishi. Miyazaki, no obstante, no pudo repetir los premios que le dió su anterior producción y se tuvo que conformar con una simple nominación a la mejor película de animación, ya que la estatuilla se la llevó Wallace & Gromit: La maldición de las verduras.
5. Mi vecino Totoro (Tonari no Totoro, 1988), de Hayao Miyazaki
Los únicos que pueden ver a Totoro, habitante de los bosques, son los niños. Estos sienten una afinidad natural hacia Totoro, quien siempre está dispuesto a ayudarlos con una sonrisa. Es su protector. Totoro no habla el mismo idioma que los humanos, pero se comunica fácilmente con los niños. Película japonesa de animación dirigida por Hayao Miyazaki del Studi Ghibli. Es el cuarto largometraje producido por la productora, a quien la crítica especializada considera uno de los mejores centros de animación del mundo. Mi vecino Totoro se estrenó en Japón en 1988 y se convirtió en todo un éxito, incluso la revista británica Time Out la eligió como la mejor película de animación de la historia. El impacto cultural fue tan grande que Totoro se convirtió en la imagen permanente del estudio. Kazuo Oga es el director artístico encargado de dibujar y diseñar a Totoro. Miyazaki ya había dirigido El castillo en el cielo y Nausicaä del valle del viento antes. El guión de Totoro fue escrito paralelamente con el de otra de las grandes obras de este estudio, La tumba de las luciérnagas, de su mentor Isao Takahata.
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