Está de vuelta en los cines, en una versión 4K restaurada. Dirigida por Tonino Valerii, asistente de Sergio Leone, bajo el mando del maestro, esta película muy rentable de 1973 será un hito en la historia del séptimo arte.
Confronta la fantasía y vulgaridad del personaje de Trinidad con una leyenda del Far West (interpretado por Hennry Fonda). Esta era la ambición de Sergio Leone con Mi nombre es Ninguno (Il Mio nome è Nessuno). Tras el relativo fracaso de taquilla de Érase una vez en el Oeste (1968), en comparación con los ingresos obtenidos por la trilogía del dólar, con Clint Eastwood y su poncho, Leone tiene dificultades para financiar la que será su última obra maestra. Érase una vez en América (1984). Acaba de rechazar el guión de El Padrino: "Cuando los gánsteres empiezan a sentarse detrás de los escritorios, ya no me interesan." Luego sueña con ser productor como Selznick (el legendario magnate de la industria cinematográfica en su Época Dorada de Hollywood).
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