Después de Les Mal-Aimés (2020), Hélène Ducrocq continúa haciendo campaña por la protección de especies con mala reputación: el cuervo, el oso, el tiburón, el zorro y el tejón están esta vez en su punto de mira. Su original planteamiento creativo –interacción con el público en las redes sociales en cada fase de la producción– dio origen, en dos años y medio (frente a los seis años del programa anterior), a cuatro películas de animación.
1. El tiburón es el protagonista de la bella Attaques! Había una vez una criatura marina con unos dientes preciosos. Érase una vez un mamífero terrestre rico en municiones. Aunque cada uno tenía un reino bastante grande, la frontera entre los dos fue siempre escenario de frecuentes escaramuzas... La película cuenta la historia de esta frontera.
2. Roquette et Lucie. Comedia musical con marionetas. Roquette, la zorra punk, está harta de cubos de basura y filetes en tarrinas. Se dirige al campo, pero los cazadores se apresuran a sacrificarla. Al encontrar refugio en una madriguera, cae bajo el hechizo de Lucie, que canta blues... pero luego le apetece pollo con patatas fritas. Si su ansia los pone en peligro, su improbable amistad enloquecerá por completo a los cazadores.
3. Les Bruits. Una canción infantil en pintura animada. Esta es la historia de un ruido. Una pequeña rima que se te quedará grabada en la cabeza y te dará ganas de mover los dedos. Tralala. Si el cuervo se ha adaptado a nuestros graznidos y alboroto, ¿podemos aceptar un "croâ croâ" aquí y allá?
4. El bricolaje poético culmina con Qui a vu l’ours. ¡Mis padres son aventureros, pero yo solo tengo aventuras en los videojuegos! Excepto esta vez, por supuesto. Déjame contarte lo que pasó durante mis vacaciones en los Pirineos. ¡La naturaleza salvaje anotó muchos puntos en mi pequeño corazón geek! Nada de esto hubiera sucedido sin el teléfono de mi madre. Déjame hacerte un dibujo...
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