En 1970, John Wayne recibió, a la edad de 63 años, su único Oscar, el de mejor actor por su papel de mariscal en el western de Henry Hathaway. Un homenaje en forma de beso de Judas, que marca el fin de una era.
Wow! Cuando subió al escenario del Dorothy Chandler Pavilion, en Los Ángeles, el 7 de abril de 1970, para recibir su primer Oscar, John Wayne no pudo contener esta exclamación y una lágrima que delataba su emoción. ¿El más varonil de los vaqueros, un chico sensible? A sus 63 años, “Duke”, como todos lo apodaban, ya no lo creía. Nominado sólo una vez, en 1950, por Arenas sangrientas (Sands of Iwo Jima), desairado el resto del tiempo, a pesar de la riqueza de sus creaciones en Río Rojo (Red River, 1948) y Centauros del desierto (The Searchers, 1956), aún dudó que hubiera sido recompensado por su conmovedor, pero tradicional, papel de un marshal tuerto y belicoso en Valor de ley (True Grit, 1969). Cuando la Academia decidió premiar justamente a John Wayne con un Oscar por su papel protagonista en este film, después de ser ignorado durante años, el actor declaró que debería de haberse puesto un parche "mucho antes".
El 7 de abril de 1970, John Wayne el patriota conservador recibe la estatuilla de manos de una joven demócrata comprometida. Los tiempos cambian... |
No hay comentarios:
Publicar un comentario